CIUDAD DE MÉXICO.- La Agencia Nacional de Aduanas de México patinó ayer con la supuesta destrucción de 18.5 millones de cigarros que se presume ingresaron de contrabando al País.
Para ello, se organizó una ceremonia en la Aduana de Pantaco, en la Alcaldía Azcapotzalco. Personal aduanal realizó pruebas en la trituradora con cajetillas que habían sido colocadas en una especie de stand para presumir el decomiso de cigarrillos de la marca Heets.
Luego, vinieron las llamadas que pusieron nerviosos a los organizadores y también a los invitados del Consejo Nacional de la Industria Tabacalera y de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
En cuestión de minutos, las cajas fueron regresadas a una camioneta para ser trasladadas a los almacenes debido a que fueron reclamados por su representante legal, según comentaron empleados de la Aduana de Pantaco.
“Que siempre no, las van a reclamar (las cajas)”, gritó uno de los empleados durante la operación.
La basura que fue triturada en las pruebas fue presentada en la “ceremonia de destrucción de 18.5 millones de cigarros” encabezada por Horacio Duarte, director de Aduanas.
“Sólo quiero resaltar la importancia de esta ceremonia, de este evento en términos del impacto que tiene destruir cigarrillos ilegales y tiene varias vertientes, que ya se han señalado, pero quiero reafirmar la primera pues evidentemente la que tiene que ver con el contrabando, la ilegalidad en términos fiscales para el Gobierno de México”, dijo Duarte en el evento, ya sin cigarros para destruir.
Indicó que el aseguramiento de cigarros representan alrededor de 350 millones de pesos que se evaden al fisco y otros 2 mil millones de otros impuestos como el IEPS.
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