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CIUDAD DE MÉXICO.- La reforma electoral que Morena y sus aliados aprobaron en el Congreso de la Unión sólo se enfoca al ahorro de presupuesto, sin reparar en que tareas que forman parte del engranaje de una elección y de la operatividad cotidiana de todos los órganos electorales.
De acuerdo con un diagnóstico interno del Instituto Nacional Electoral (INE), de aplicarse esta reforma se provocará desorganización y embudos de actividades que generan incertidumbre en la organización de comicios federales y locales.
Este año arranca la elección presidencial y del Congreso de la Unión, así como la renovación de 8 gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, 31 Congresos locales y mil 596 Alcaldías en el País.
En el documento se afirma que las modificaciones meten en aprietos a los institutos, nacional y estatales, para ajustar sus estructuras en un periodo muy corto y previo a arrancar la organización de procesos rumbo a 2024.
Por ejemplo, refiere, la reasignación de funciones y competencias requerirá de un nuevo catálogo de cargos y puestos del Servicio Profesional Electoral Nacional.
“Ese catálogo es relevante no sólo porque es la base para establecer diversos parámetros para el reclutamiento y selección de personal, sino porque es el referente básico para desarrollar la evaluación del desempeño y profesionalización”, indica.
Además, iniciar el proceso electoral la tercera semana de noviembre de 2023, como se propone, y no la primera de septiembre, también presiona y la realización de actividades, pues hay tareas que comienzan antes del proceso.
A los Congresos locales se les dan 180 días para hacer las adecuaciones, y el plazo vence en junio de 2023, por lo que dicho plazo es inoperante, pues nueve entidades inician su proceso en septiembre, y tendrían que concluir en mayo.
“Incluso si se aprobaran las reformas locales en tiempo y forma, estos nueve Oples tendrían que hacer las adecuaciones de sus estructuras orgánicas en menos 3 meses, cuando ya están en curso actividades de preparación del proceso electoral 2023-2024”, señala.
Mientras que otros organismos emiten sus convocatorias para integrar órganos desconcentrados en abril.
“No tener los calendarios a tiempo pondría en riesgo procesos esenciales para la organización del proceso electoral como la fiscalización de recursos y la verificación de los apoyos ciudadanos”, refiere.
Advierte el INE que lo más crítico es convertir las Juntas Distritales, hay 300 en el País, de permanente a temporales.
Además de eso, cuando entren en funciones, sus vocalías pasarán de cinco a una, pues desaparecerían las vocalías de Organización, Capacitación, RFE y el vocal secretario, y todas sus funciones serían asumidas por un vocal operativo.
Esto, enumera el órgano electoral, impacta en 21 actividades esenciales para una elección y para su trabajo cotidiano.
El INE advierte que como consecuencia de no tener Juntas Distritales permanentes, se afecta la cadena de custodia y el monitoreo de radio y televisión, pues los Centros de Verificación y Monitoreo (CEVEM) están en esas instalaciones.
“Impacta al no disponer de inmuebles adecuados y funcionales para atender las actividades garantes de la cadena de custodia de la documentación electoral, aunado a la dificultad de contratar arrendamientos por periodos menores a un año”, alerta el documento.
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