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VERACRUZ, MÉXICO.- Más de cuatro años después de iniciar su Gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer que el avión presidencial, que ya vendió a Tayikistán, se depreció por una falla de origen que salió desde el primer avalúo.
Sin embargo, ni detalló cuál es la falla ni por qué hasta ahora lo está dando a conocer.
El Mandatario fue cuestionado en la conferencia matutina sobre los 92 millones de dólares en los que fue vendida la aeronave, a pesar de la existencia de avalúos más altos, como el realizado por la Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones Unidas (UNOPS) en 2019, por 150 millones de dólares.
“Una de las preocupaciones, es que el avión se fue depreciando, en la medida que fue pasando el tiempo, hablaba yo que estaban como los nuevos ricos, que compran un yate o un avión así, y están contentos cuando lo estrenan y luego vuelven a estar contentos cuando lo venden, entonces, cada vez, cada día, pues se depreciaba.
“Y tuvo también una falla de origen en la fabricación, que salió desde el primer avalúo. Eso lo hizo bajar de precio, el desperfecto, pero el último avalúo fue de mil 658 millones (de pesos)”, indicó.
Reconoció que ese avalúo lo hizo su propio Gobierno.
Sin explicar qué ocurrirá con la deuda por cobrar que tiene Banobras por el avión, AMLO insistió en que el dinero de la venta será usado en la construcción de dos hospitales en zonas marginadas.
En la venta del avión presidencial la 4T quedó a deber.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el jueves que después de cuatro años y medio se logró vender el llamado TP-01 cuyo nuevo dueño es el Gobierno de Tayikistán, tras pagar mil 658 millones de pesos (92 millones de dólares).
La aeronave Boeing 787 Dreamliner se va en 10 días a ese país, dijo el Mandatario.
El tabasqueño presumió que con los recursos obtenidos por la transacción se construirán dos hospitales en zonas de alta marginación: uno en Guerrero y otro en Oaxaca. Sin embargo, los números no favorecen al erario.
El esquema financiero para adquirir el avión presidencial fue un “leasing”, es decir, un arrendamiento financiero entre Banobras y el Gobierno Federal a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a 15 años con pagos mensuales.
En otras palabras, Banobras adquiriría el avión y, a través de una “renta”, la Sedena lo pagaría y después de 180 meses pasaría a ser de su propiedad.
El arrendamiento más intereses sumaron 6 mil 094 millones 690 mil 887 pesos, de acuerdo con lo programado.
Correos hackeados por el grupo Guacamaya revelan que a octubre de 2022, la dependencia aún debía mil 701 millones de pesos del arredramiento de la aeronave.
Al vender el avión en mil 658 millones de pesos, todavía faltarían por liquidar aproximadamente 40 millones de pesos a Banobras, por lo que no hay ningún remanente para la construcción de los dos hospitales ofrecidos por el Presidente.
El avión tuvo un costo de 127 millones de dólares, más 112 millones de dólares por concepto de equipamiento, es decir, 239 millones de dólares.
Ese costo total se desprende del oficio 6810 de la Dirección General de Administración de la Sedena, firmado por el titular de ese órgano, Augusto Moisés García Ochoa, y se divide en dos partes.
La primera parte detalla los pagos del avión con un anticipo de 40 millones de dólares en noviembre de 2012 y el primer pago parcial de 22 millones de dólares con fecha de julio de 2013 y un saldo final de 65 millones 348 mil 857 dólares con fecha de junio de 2014.
En el otro apartado, correspondiente al equipamiento del aparato, se detalla un anticipo de 35 millones 600 mil dólares con fecha de pago en diciembre de 2013 y un pago parcial de 23 millones 46 mil 718 dólares liquidados en marzo de 2015, así como un saldo final de 53 millones 400 mil dólares saldados en junio de 2015.
En noviembre de 2021, el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) emitió un avalúo del avión por mil 963 millones de pesos, es decir, su valor se redujo en poco más del 30 por ciento.
En octubre de 2022, la revista “Forbes” publicó que la empresa europea Athene Glogal Establishment con sede en Linchestein ofrecía 95 millones de dólares por el “TP-01”, consta en una serie de correos exhibidos por el grupo Guacamaya.
En dicho ofrecimiento, la empresa europea se comprometió a pagar alrededor de mil 861 millones de pesos al tipo de cambio de ese momento (19.59 en junio 2022); sin embargo, era inferior al avalúo hecho por el Indaabin.
En dichos correos hackeados también se reveló que de haberse concretado la venta del avión en ese momento, el Gobierno federal habría podido cubrir el saldo insoluto del contrato de arrendamiento que en ese momento ascendía a mil 701 millones de pesos y contar con un remanente de aproximadamente 160 millones de pesos.
Sin embargo la operación no se concretó.
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