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El Tren Maya, una de las obras más importantes del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en México, realizó su viaje inaugural el 15 de diciembre, marcando el comienzo de una nueva era en el transporte y el turismo en el sureste del país. Este proyecto, que ha generado tanto expectativas como controversias, promete traer desarrollo a través del comercio y el turismo, conectando cinco estados del golfo de México a lo largo de más de 1500 kilómetros.
El recorrido del Tren Maya abarca más de 1500 kilómetros, conectando cinco estados de México: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. La ruta consiste en 21 estaciones y 14 paraderos cercanos a zonas arqueológicas y turísticas importantes, como Chichén Itzá o Tulum, así como a aeropuertos.
El precio de los boletos para el tramo que comenzó a operar el 16 de diciembre, que va de Campeche a Cancún, se fijó en $1,166 pesos mexicanos (aproximadamente $68 USD) para la clase turista y $1,735 pesos mexicanos (aproximadamente $108 USD) para otras clases. Los boletos están disponibles para compra en línea.
El Tren Maya ofrece dos rutas habilitadas: la Ruta 1 va de Campeche a Cancún, y la Ruta 2 sale del aeropuerto de Cancún hacia Campeche. El horario de salida en ambos casos es a las 7:00 y 11:00 horas. El primer convoy del tren tiene capacidad para 230 pasajeros, y se espera incluir vagones con restaurante y camarotes en el futuro.
Los 42 trenes del Tren Maya, fabricados en México, son del tipo Xtrapolis, un tren eléctrico con un diseño único y exclusivo. Estos trenes cuentan con amplio espacio en los asientos y estantes para guardar equipaje, asegurando comodidad y conveniencia para los pasajeros.
El Tren Maya representa un hito significativo en el desarrollo del sureste de México, ofreciendo una nueva forma de explorar la rica cultura y naturaleza de la región. A pesar de las críticas y desafíos, el proyecto avanza con la promesa de impulsar el turismo y el comercio, conectando de manera eficiente y sostenible varios puntos clave del país.
