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CIUDAD DE MÉXICO.- El huracán “Otis”, que azotó las costas de Guerrero, se convirtió en el tercer siniestro más costoso del mundo el año pasado, de acuerdo con el Reporte Anual de Clima y Catástrofes, de la consultora Aon.
Este fenómeno meteorológico dejó pérdidas por 15.3 mil millones de dólares, sólo detrás de las inundaciones de China, con 32.2 mil millones, y del terremoto de Turquía, con 92.4 mil millones, añade el reporte dado a conocer el fin de semana.
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“Otis” impactó en Acapulco, Guerrero, en octubre del año pasado y fue el primer huracán del Pacífico en tocar tierra con una intensidad de categoría 5.
De acuerdo con el Reporte, “Otis” dejó pérdidas aseguradas por 2.1 mil millones de dólares en las empresas de Acapulco.
“Este fenómeno natural fue el suceso individual más costoso a nivel global, tanto desde el punto de vista de pérdidas económicas como aseguradas, ocupando la tercera posición de las catástrofes más representativas a nivel mundial”, indicó Aon.
El informe revela que las 398 catástrofes naturales a nivel mundial causaron pérdidas económicas por 380 mil millones de dólares.
Destaca también que las pérdidas mundiales de seguros durante el año fueron 31 por ciento superiores a la media del siglo XXI, cifra que excedió los 100 mil millones de dólares por cuarto año consecutivo.
Dado que los seguros sólo cubren 118 mil millones de dólares, lo anterior representa 31 por ciento de las pérdidas totales, con lo que la brecha de protección se situó en un 69 por ciento, detalló Aon.
La firma indicó que los terremotos de 2023 pusieron de relieve el infraseguro y la importancia de la regulación, además del cumplimiento de los códigos de construcción.
Julio Cedillo, CEO de Reaseguro para México y Centro América en Aon, resaltó la necesidad de crear herramientas de investigación para estar al tanto de las tendencias climáticas y tener organizaciones preparadas para mitigar los riesgos.
Fitch Ratings anticipó a principios de noviembre pasado que las pérdidas económicas y aseguradas por el huracán “Otis” ascenderían a 16 mil millones de dólares.
Tras el evento, la calificadora dijo que esperaba un impacto crediticio “insignificante” en la rentabilidad de la industria aseguradora mexicana, además de nulas afectaciones en el capital de las reaseguradoras de manera individual.
La agencia sostuvo que el sector está bien capitalizado y regulado, además de que posee baja penetración de mercado y una tasa elevada de cesión que reduce las ganancias y las presiones de capital para las aseguradoras privadas.
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