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CIUDAD DE MÉXICO.- Santiago Creel enfrentó ayer la exigencia de remoción y renuncia al cargo de presidente de la Mesa directiva de la Cámara de Diputados, tras impedir el ingreso de militares armados al salón de Plenos para la ceremonia de apertura del periodo de sesiones del Congreso.
Aunque el legislador del PAN argumentó que la Secretaría de la Defensa Nacional pidió respetar el ceremonial militar y que trató de conciliar la legislación parlamentaria con las disposiciones castrenses, recibió una andanada de reclamos.
Diputados de Morena y PT anunciaron que pedirán la destitución de Creel, con forme al artículo 19 de la Ley Orgánica del Congreso, que señala que los miembros de la Mesa Directiva pueden ser removidos por trasgredir de forma grave o reiterada las disposiciones contenidas en la Constitución y en dicha ley.
Para ello se requieren los votos de las dos terceras partes de los legisladores, pero no los reúnen.
Los diputados de Morena acusaron que se violentó el artículo 25 del reglamento de la Cámara, que define que el recinto legislativo no es sólo el Salón de Plenos, sino todos los espacios que hay en él.
Ignacio Mier, coordinador de Morena, aseguró que el panista rompió la institucionalidad y confundió sus aspiraciones personales con el ejercicio del cargo.
“No hizo honor a lo que usted representa, la unidad de la Cámara de Diputados. No garantizó los equilibrios, cerró sus oídos para poder escuchar y conectó sólo sus intereses personales con su cerebro y su boca. No vuelva usted la Presidencia de la Cámara de Diputados en una caricatura electoral”, exigió.
Las legisladoras Susana Prieto y Guadalupe Chavira, así como el tabasqueño Oscar Cantón Zetina, demandaron la renuncia de Creel “por dignidad”.
Gerardo Fernández Noroña, vicecoordinador del PT, acusó que hay un uso de la Presidencia de la Mesa Directiva premeditado, con intencionalidad política parcial, al quejarse de que le negaron la palabra.
A su vez, el coordinador de MC, Jorge Álvarez Máynez, recriminó que Creel use la Presidencia de la Cámara para sus aspiraciones presidenciales.
El panista José Elías Lixa, por su parte, dijo que hizo lo posible por evitar armas en el recinto, y reclamó que se hayan callado en la Jucopo cuando otro presidente de la Cámara -Sergio Gutiérrez- usó el salón de sesiones para una cascarita de futbol.
El presidente de la Mesa Directiva sostuvo que no fue una decisión unilateral, porque hubo múltiples reuniones con personal de la Cámara y la Comisión de la Defensa.
Precisó que analizó los artículos 213 y 214 del reglamento del Congreso General, y su vigencia, así como el ceremonial militar para los honores a la bandera, en el que se refiere la presentación de armas.
“Asumo los errores que se hayan cometido. Asumo la responsabilidad y me hago cargo de todas y cada una de las intervenciones. Quiero decirles que las respeto y que las aprecio. Las voy a tomar en cuenta, independientemente de lo que resuelva la Junta de Coordinación Política”, dijo.
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