En la actualidad, en México solo cuatro de cada 10 mujeres en edad de trabajar participan en la economía, y de incorporar a 8.2 millones de mexicanas a esta para el 2030, el país aumentaría su Producto Interno Bruto en 15%, aseguró el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
De acuerdo con el estudio del IMCO Estados #ConLupaDeGénero, la desigualdad de género en la tasa de participación económica de la población es significativa, pues en comparación con la de las mujeres, en México son siete de cada 10 los hombres en edad de trabajar participan en la economía.
A nivel global, el porcentaje de mujeres en edad de trabajar que tienen un empleo o están en búsqueda de uno es de 48.5%, mientras que en México esta tasa es de 43.6%, cuando países como Islandia y Suecia rebasan el 70%.
El estudio del IMCO evalúa también las condiciones que enfrentan las mujeres en cada una de las 32 entidades del país en las distintas etapas de su trayectoria profesional al analizar 18 indicadores, destacando que sólo la Ciudad de México y Baja California Sur obtuvieron una puntuación aprobatoria.
Si bien en promedio las entidades obtuvieron 43 de 100 puntos en la evaluación de los indicadores que miden las condiciones laborales para las mujeres, la CDMX obtuvo la mayor puntuación, con 64.8 puntos, seguida de Baja California Sur, con un desempeño que alcanzó los 62.1 puntos, únicos estados en rebasar los 60 puntos.
En el sótano de la medición, las cinco entidades que tienen las peores condiciones laborales para las mujeres son Hidalgo (30.8 puntos), Guanajuato (28.4), Veracruz (28.3), Tlaxacala (27.8) y Chiapas (26.8).
Los tres grandes rubros en los que el estudio agrupó los 18 indicadores a evaluar en las entidades son la desigualdad que se presenta al interior de los hogares, las condiciones para preparar al talento femenino, así como la tasa de informalidad de las mujeres en las economías locales.
De acuerdo con el IMCO, las entidades con peor desempeño comparadas con las que tuvieron el mejor son: la brecha de desigualdad en trabajo no remunerado es 8.3 puntos mayor; el porcentaje de mujeres con al menos educación media superior es 1.4 veces menor; y el porcentaje de mujeres en la informalidad es 1.6 veces mayor que la de los hombres.
Los resultados del IMCO concluyen que ninguna entidad cumple con las condiciones óptimas para garantizar que las mujeres permanezcan en el mercado laboral, y que todas las regiones del país tienen barreras que frenan la entrada, permanencia y crecimiento de las mujeres.
El IMCO recomienda a los estados generar incentivos para ofrecer empleos de calidad que permitan a las mujeres continuar en la economía remunerada, toda vez que, aseguro, en la medida en que más mujeres se sumen a la economía, los beneficios para éstas serán autonomía económica, ahorro y mayores ingresos para los hogares, mayor rentabilidad para las empresas y crecimiento económico para México