CIUDAD DE MÉXICO.- Electo la noche del pasado miércoles presidente del Senado, el morenista Alejandro Armenta aseguró ayer que no usará ese cargo como trampolín rumbo a la gubernatura de Puebla.
“Yo soy productor, no soy cirquero. Los cirqueros usan trampolines. No, yo soy productor agrícola desde los 14 años y estoy acostumbrado a sembrar y a cosechar. ¿Ayer (miércoles) qué pasó? Coseché”, señaló en entrevista.
Aficionado al beisbol, Armenta asumió que no llega a “cuarto bat” y que procurará guardar el equilibrio necesario entre la Cámara alta y Palacio Nacional.
“Me gusta el beisbol. No tengo la fuerza del Presidente ni el punch ni nada. Yo soy un beisbolista llanero. Yo no llego a cuarto bat. Sería nomás primera base, para no generar ruido”, dijo.
Al frente de la Mesa Directiva, agregó, su gestión se caracterizará por “el apego a la legalidad, la transparencia, la naturaleza federalista, la vocación democrática, el respeto a las minorías, el entendimiento de los consensos y disensos y con un amplio esfuerzo colectivo de conciliación”.
“Soy un demócrata. Debo decirte que todos los cargos de representación política que he tenido han sido de elección. Fui presidente municipal a los 21 años por plebiscito, en 1992. Diputado local, diputado federal, senador por elección”, presumió.
–¿Por qué pareciera que el encargo más importante que tendrá será el de restablecer la comunicación con López Obrador?, se le preguntó.
“Constitucionalmente, el Poder Legislativo, la representación jurídica de la Cámara de Senadores, recae en mí, y por simple relación constitucional se debe de hacer, pero desde luego que, en esa dualidad que tengo, soy miembro de un grupo parlamentario, Morena, y compartimos con el señor Presidente de la República el proyecto de nación que encabeza la cuarta transformación.
“En esa dualidad, debo como presidente de la Mesa Directiva conducirme con autonomía, que está sustentada constitucionalmente en la división de Poderes. Esa es la esencia del trabajo de la Mesa Directiva, y mi obligación es velar por la inviolabilidad de los senadores. La tarea de articulación y de vinculación con el Ejecutivo federal es natural y jurídicamente correcta”, indicó Armenta.
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