México y Estados Unidos continúan trabajando conjuntamente para abordar la crisis migratoria, según una reunión entre altos funcionarios de ambos países en Washington. La delegación mexicana, encabezada por la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, se reunió con representantes del Gobierno estadounidense, incluyendo al secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, y al jefe de la diplomacia, Antony Blinken.
En el encuentro, Bárcena expresó la disposición de México para abordar los factores que contribuyen a la migración irregular y buscó la solidaridad de otros países de la región en esta tarea. Destacó que la alta movilidad humana es un desafío compartido y no exclusivo de México y Estados Unidos.
Antony Blinken, por su parte, mencionó la cooperación con el nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, como un área importante en el control de la migración. Subrayó que esta colaboración es esencial y abre nuevas perspectivas en el abordaje conjunto del problema.
La crisis migratoria adquiere especial relevancia en un año electoral para ambos países, con elecciones presidenciales en junio en México y en noviembre en Estados Unidos. A pesar de los desafíos, Bárcena destacó la relación entre ambos países como “fuerte, resistente, profunda y afectuosa”. Haciendo referencia al poeta Robert Frost, sugirió que México y Estados Unidos están optando por un camino menos transitado pero que marcará la diferencia, eligiendo ser grandes aliados en lugar de enfrentar la situación por separado.