CIUDAD DE MÉXICO
Un periodista independiente fue asesinado de un golpe en la cabeza en una localidad del norte de México. Con su muerte ya suman 14 periodistas y trabajadores de medios que han sido asesinados en el país en lo que va del año, el más mortífero en la historia reciente para la profesión.
El cuerpo de Juan Arjón López fue localizado envuelto en sábanas a un costado de una carretera del municipio fronterizo de San Luis Rio Colorado, informó el martes la Fiscalía General del estado de Sonora. Arjón López había sido reportado como desaparecido el 9 de agosto y se logró su identificación gracias algunos tatuajes.
El reporte de la necropsia indica que Arjón López murió a consecuencia de un “traumatismo craneoencefálico por golpe contuso”, informó el Ministerio Público estatal en un comunicado.
La fiscal general del estado, Claudia Contreras, dijo que hasta el momento “no se descarta ninguna línea de investigación para establecer los hechos y dar con el o los probables responsables de la privación de la vida” de Arjón López.
Las autoridades ya iniciaron pesquisas del entorno familiar, personal y laboral del comunicador
San Luis Río Colorado, limítrofe con Yuma, Arizona, ha sido conocido desde hace algún tiempo por la presencia de consultorios médicos y odontológicos que atienden a estadounidenses. La región ha sido duramente golpeada por la violencia de los cárteles del narcotráfico en los últimos años.
En marzo, buscadores voluntarios encontraron 11 cuerpos en fosas clandestinas en un tramo de desierto cerca de un basurero de San Luis Río Colorado.
A principios de agosto, un periodista fue una de cuatro personas asesinadas dentro de un bar en el estado de Guanajuato, en el centro de México. Las autoridades dijeron que se desconocía si ese ataque estaba relacionado con el trabajo del periodista, su papel como representante de las empresas locales en la planificación de una próxima feria, o algo más.
El asesinato de periodistas en el país por lo general se atribuye al crimen organizado, aunque también se sospecha de funcionarios de pequeñas localidades por fines políticos.
México es considerado el país más peligroso para la práctica del periodismo fuera de una zona de guerra.