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SALINA CRUZ, OAXACA.- El Tren Interoceánico llegó ayer al puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, tras un viaje de ocho horas desde Salina Cruz, en Oaxaca.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador dio banderazo así al reinicio de operaciones del transporte férreo de pasajeros y de carga de la Línea Z, aquella inaugurada en 1907 por Porfirio Díaz.
El férreo partió de Salina Cruz a las 12:04 horas con al menos 150 invitados, entre ellos los Gobernadores de Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Tabasco, además del Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
También subieron representantes de las desarrolladoras Mota Engil, Grupo Constructor Urcedic, Profharmax y Transportadora Podexsa, quienes ya amarraron los primeros cinco polos de desarrollo.
A bordo se ofreció al Presidente y comitiva bocoles, molotes, tlayudas, perlas de plátano con fresa, pambazos y salsa de chicatana, alimentos en versión mini elaborados por un apurado Edson Hernández, el chef.
Tras una parada de media en Ixtepec, el tren salió a las 13:34 horas.
En ese lapso, los técnicos aprovecharon para reparar el aire acondicionado del carro tres de clase turista, donde 65 pasajeros advirtieron del calor. Afuera, decenas de ixtepeños saludaron al Presidente, que se asomó desde el primer carro, atrás de la locomotora, que anunció su paso a pitazos en casi todo el trayecto.
El Mandatario bajó para conocer la estación, la primera de nueve que contempla el proyecto.
El tren, seguido de dos camionetas sobre rieles, rodeó Tehuantepec, pasó Ixtepec y se enfiló a Chivela, hacia Matías Romero, una subida que el ferrocarril trepó a 30 kilómetros por hora. Ya en plena sierra, el férreo bajó su velocidad a entre 15 y 20 kilómetros por hora, entre la maleza, palmeras y ríos, como en cámara lenta hasta Mogoñé, donde pasó a las 15:18.
Al paso de las comunidades, la gente salió de sus casas para disfrutar el paso del tren con puros pasajeros, en su primera travesía.
El saludo clásico de agitar la mano, arropó al rodante de cinco vagones. “Adiós, adiós”, gritaron los niños.
También se observaron trabajadores en la vía y marinos con fusiles en diversos puntos del riel, para custodiar el tren y el material de construcción que está acumulado en el camino.
El hecho de echar andar el tren para pasajeros fue calificado de histórico por el Presidente López Obrador. Como en 1907, cuando Porfirio Díaz inauguró el Tren Interoceánico, López Obrador afirmó que el reinicio de operaciones de la Línea Z ocurre en una etapa nueva.
“Ahora es una etapa nueva, estamos inaugurando una etapa nueva como en 1907 y queremos tener éxito, hay condiciones inmejorables para lograr y nada deseo más que florezca este proyecto en esta nueva etapa y va a depender de todas y de todos nosotros”, dijo el tabasqueño en la ceremonia en Salina Cruz.
Ahí, Raymundo Morales, director el proyecto, informó que las tres líneas del tren estarán concluidas hasta septiembre de 2024.
Detalló que la Línea FA de Coatzacoalcos a Palenque tiene un avance de 41 por ciento y estará operando en junio de 2024. En tanto, la Línea K, de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, a Ciudad Hidalgo, Chiapas, estará operando en el cuarto trimestre del próximo año (octubre-diciembre).
Los carros y la locomotora fueron rehabilitados. A decir de los trabajadores, algunos son de los que quedaron en los tiempos del salinato y el zedillismo, cuando se dejó de prestar el servicio de tren a pasajeros. “Ya tienen sus años”, se rascó la cabeza un técnico auxiliar.
Los asientos son amplios, de vinipiel color guinda sin cinturones de seguridad y cuentan con una mesa replegable delante, como en los aviones. Se pueden reclinar y poseen un descansa pies de varios niveles de altura.
En la mayor parte del viaje no hay señal de celular. En algunos vagones, los pasajeros viajan viéndose frente a frente y en otros todos miran hacia adelante. Las butacas están distribuidas en dos en dos en cada lado.
En los dos vagones para clase turista existe sólo un baño mixto. Los portaequipajes son de acero y el instructivo para los usuarios está en inglés. A bordo, la Marina está al mando.
“Estamos seguros que vamos en la ruta correcta, hasta ahora se ha hecho realidad nuestro en nuestro País lo que históricamente parecía imposible, como nación bioceánica hemos conectado por tierra al océano Pacífico con el Golfo de México y con ello al Atlántico, como estado nos colocamos en un nivel preponderantemente frente al mundo, se trata de una obra emblemática”, indicó el Almirante Rafael Ojeda, Secretario de Marina en la ceremonia del banderazo, donde ofreció al Presidente un bailable de Guelaguetza y una interpretación de la Zandunga.
El Tren Interoceánico pasó la frontera de Oaxaca-Veracruz a las 17:00 horas. Sus promedios de velocidad bajaron a 50-60 kilómetros por hora. Cruzó el río Jaltepec, donde pobladores recibieron al Presidente en la estación Jesús Carranza, ya en territorio veracruzano. “Gracias por lo que hizo”, anotó una señora en una cartulina.
El Presidente bajó también en la estación de Medias Aguas para supervisar los avances en las obras. Luego, el férreo hizo otra parada en Texistepec.
“¿Es la velocidad normal para el tren?”, se le preguntó a un mando naval.
“Si, para este tipo de máquinas si, es lo normal, ir así, al pasito”, comentó sudoroso al legar, a las 20:00 horas, tras un viaje de puerto a puerto.
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