EFE.- Las designaciones diplomáticas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que incluyen a exgobernadores de oposición y a un aliado acusado de acoso sexual, amenazan con tensar la relación con España y Panamá, pero también con la oposición, feministas y el cuerpo diplomático.
El mandatario sorprendió esta semana con una lista de nombramientos en la que destacan los exgobernadores de Campeche, Carlos Miguel Aysa, y Sonora, Claudia Pavlovich, ambos del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), además de Pedro Salmerón, historiador aliado que está señalado de acosar a alumnas.
Pavlovich será cónsul en Barcelona, Aysa embajador en República Dominicana y Salmerón en Panamá, donde agrupaciones civiles y feministas se han manifestado contra su nombramiento mientras en México arrecia la campaña “Un acosador no debe ser embajador” por presuntamente acosar a estudiantes del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
“Lo que se lee detrás de esas nominaciones es obviamente la complicidad, los pactos, el que México sigue teniendo un gobierno de compromisos más que en un gobierno de agenda pública e interés nacional”, expresó a la internacionalista Arlene Ramírez Uresti.
Además, López Obrador insistió esta semana en que España acepte la designación de embajador de Quirino Ordaz, exgobernador del PRI en Sinaloa, quien no ha recibido el beneplácito del gobierno español a pesar de que su propuesta se produjo en septiembre pasado.
El que un beneplácito “tarde tanto tiempo no es algo normal”, opinó Ramírez Uresti, quien considera que se ha “generado una rispidez innecesaria” por la exigencia del presidente de que el gobierno español ofrezca disculpas por los estragos de la conquista y la colonización.
Pero en España también puede haber molestia por las designaciones de Ordaz y de Pavlovich, señalados por supuestos actos de corrupción, añadió el analista internacional Fausto Pretelin.
El Consulado de México en Barcelona es polémico desde el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien nombró como su titular a Fidel Herrera, exgobernador del PRI en Veracruz, donde estuvo acusado de nexos con el narcotráfico.
“Esto creo que allá en España debe tener una lectura muy clara y evidente de que ha sido utilizado el país como un bote de basura en donde van todos los desperdicios políticos mexicanos”, comentó Pretelin.
Aunque los nombramientos son para el exterior, López Obrador ha causado una sacudida interna por designar a opositores.
“El gobierno no puede representar, como era antes, a un partido, el gobierno es de todos. Si están participando ellos es porque queremos que México se exprese en el mundo como es, plural”, justificó el mandatario en su conferencia diaria.
El dirigente del PRI, Alejandro Moreno, amenazó con expulsar del partido a quienes acepten el cargo, mientras que el derechista Partido Acción Nacional (PAN) denunció que los nombramientos son “premios al entreguismo y a la lealtad a ciegas”.
El analista Pretelin coincidió en que las designaciones pueden interpretarse como “premios” a los exgobernadores del PRI en Sonora, Sinaloa y Campeche, donde están acusados de apoyar al partido del presidente, Morena, en las elecciones de 2021.
También es un acto que “debilita la ya de por sí debilitada oposición en México”.
“Es un elemento que debilita más al propio partido (el PRI). Es una estrategia también del propio presidente López Obrador para ganarse muchos votos o el apoyo de reformas tan polémicas como la eléctrica”, consideró.
La Asociación del Servicio Exterior Mexicano ha criticado que solo siete de las 16 designaciones anunciadas esta semana son de miembros del cuerpo diplomático de carrera.
Entre los nombramientos también resaltaron los de la famosa escritora Laura Esquivel para ser embajadora en Brasil, del autor Guillermo Zamora en Nicaragua y de Leopoldo de Gyves, “dirigente político y social de amplia trayectoria”, en Venezuela.
“Un buen historiador y una buena escritora no son necesariamente buenos diplomáticos. Como tampoco exgobernadores, políticos u operadores de Morena serán buenos diplomáticos”, señaló en sus redes sociales Martha Bárcena, exembajadora de México en Washington.
Ramírez Uresti lamentó que pese a que “el servicio exterior mexicano es uno de los más pulidos” del mundo, “los diplomáticos de carrera en este sexenio en particular han padecido bastante, despidos injustificados, remociones fuera de la ley, y una serie de maltratos tremendos”.
Y a pesar de las controversias, los analistas prevén que el Senado ratifique todos los nombramientos diplomáticos.
“Si el Senado quiere tener personalidad propia, ser un poder que dé equilibrio y contrapeso, tendría que decir ‘no’ a estos personajes, pero tristemente podemos esperar una respuesta positiva para que se vayan a sus encargos”, concluyó Pretelin