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CIUDAD DE MÉXICO.- Morena inició la precampaña rumbo a la elección a la Presidencia de la República con una aparente unidad.
Luego de que parecía inminente la ruptura de Marcelo Ebrard con el partido y la virtual candidata presidencial Claudia Sheinbaum, su posición dio un giro.
El pasado 13 de noviembre, el excanciller anunció su permanencia tras pactar con Morena y luego de que el partido reconociera que hubo irregularidades en el proceso interno, aun cuando éstas no eran tan graves como para repetir el proceso.
Ebrard pidió además que se le reconociera como segunda fuerza al interior, por lo que demandó para su equipo candidaturas y posiciones en organismos clave, además de participar en el proyecto de nación 2024-2030.
Sin embargo, 24 horas después, ese ánimo triunfalista se vio opacado por la advertencia de Sheinbaum de que en Morena no hay segunda, tercera o cuarta fuerza, porque “no es un partido de cuotas”.
“No puede ser ni la segunda ni la tercera ni la cuarta fuerza, porque Morena es una sola fuerza; entonces qué bueno que él decidió quedarse en Morena”, dijo la virtual candidata presidencial.
El dirigente nacional Mario Delgado, a quien Ebrard desconoce como interlocutor, le recordó que quien quiera una candidatura deberá someterse a una encuesta.
Delgado advirtió que el partido no puede permitirse la existencia de corrientes, porque fue eso lo que “mató” al PRD.
“Para eso (tener candidaturas) no se necesita ningún acuerdo, porque la garantía es que todos y todas puedan participar. Aquí no tiene importancia con quién participaron en el proceso interno, todos los que quieran participar se pueden inscribir en la convocatoria”, advirtió.
Así, ese “entendimiento”, como le llamó el exjefe de gobierno de la Ciudad de México, aún falta por traducirse en hechos.
Incluso, en la formalización de Sheinbaum como precandidata única de la 4T no estuvo presente Ebrard, quien envió a un representante: el diputado federal Emmanuel Reyes.
En redes sociales, seguidores de Sheinbaum inmediatamente explotaron, cuestionando los acuerdos con el excanciller, a quien ya veían fuera de Morena.
Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo sentirse contento por los aires de unidad que se respiraban en su partido.
— ¿Acudirá a algún acto con Sheinbaum?, se le cuestionó a Ebrard.
“Ya veremos”, respondió.
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