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CIUDAD DE MÉXICO.- En junio de 2021, Galvion Ballistics, proveedora de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Reino Unido, y su socia mexicana Selitex, ganaron un contrato por 320 millones de pesos para surtir 32 mil 495 cascos para la Guardia Nacional (GN), pero este fue rescindido por la Sedena, debido a la tardanza para entregar las primeras 4 mil unidades.
Sin embargo, las empresas acusaron que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional tardaron 74 días en formalizar el contrato, para el cual no pagaron anticipo alguno.
Eso, argumentaron, retrasó el trámite de las licencias para exportarlos desde Estados Unidos, y luego se negaron a recibir los cascos.
“A partir de la fecha de fallo y hasta la fecha, han existido graves atropellos y faltas de ética administrativa y posible corrupción por personas que claramente buscan atender intereses personales y no los de la institución”, afirmó el representante de Selitex, Germán Portugal, en una carta dirigida al titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, fechada el 30 de noviembre del año pasado, y revelada en el hackeo de Guacamaya.
El General Brigadier Enrique Hernández Cisneros, subdirector de Adquisiciones de la Sedena, es el militar de mayor rango involucrado en la compra.
Los cascos requeridos para la GN son los Advance Combat Helmet (ACH), nivel de protección III-A, y sus precios son de más de 300 dólares por unidad.
Varias empresas participantes en la nueva licitación, ahora suspendida, advirtieron a Sedena que, por la demanda que ha generado la guerra en Ucrania, será imposible cumplir los plazos de entrega solicitados por la dependencia.
En sus cartas, Selitex denuncia favoritismo hacia PQ Servicios e Infraestructura, que el 19 de octubre de 2021 ganó un contrato de 299 millones de pesos, con anticipo de 100 millones, para la transferencia de tecnología para fabricar los cascos.
Según las cartas, PQ es parte de un grupo empresarial fundado por los hermanos Jesús y Cesáreo Quintana Ortega, que incluye a México Montecitos.
Esta firma es proveedora habitual de la Sedena, y en 2015 y 2016, ganó dos contratos por más de 100 millones de pesos para surtir material balístico e insumos para fabricar cascos para el Ejército.
La Unidad de Asuntos Jurídicos de la Sedena no reaccionó a tiempo para defender la licitación para comprar cascos de la GN, ahora suspendida.
El Subjefe Contencioso y de Amparo de la UAJ presentó demasiado tarde su informe justificado en el incidente de suspensión del amparo 1498/2022, ante el juez Gabriel Regis.
Regis había concedido una suspensión provisional para frenar la licitación desde el 13 de octubre, y fijo para el 21 de octubre la audiencia incidental. Sedena tuvo más de una semana para rendir su informe, pero se le pasó el término.
“Resulta improcedente tenerlos por rendidos (los informes), toda vez que del sello de la Oficialía de Partes y de la fecha y hora de presentación del oficio electrónico, se advierte que fueron presentados en fecha posterior a la celebración de la audiencia incidental, la cual tuvo verificativo el 21 de octubre de 2022, a las 12 horas con 14 minutos”, acordó el juez, quien, en dicha audiencia, suspendió la licitación por tiempo indefinido.
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