El gobierno de Venezuela, aliado de Irán, Rusia y China, expresó preocupación por los eventos en Oriente Medio, sin condenar específicamente el ataque de Irán a Israel. En un comunicado, se refirió a la situación como resultado del “genocidio en Palestina y la irracionalidad del régimen de Israel”.
Aunque otras naciones latinoamericanas como Chile, México y Brasil también expresaron preocupación y llamaron a evitar una escalada, Venezuela no mencionó a Irán ni condenó el ataque con drones y misiles contra Israel.
Irán y Venezuela intentan restablecer una alianza petrolera que se debilitó el año pasado debido a retrasos en intercambios petroleros que habían beneficiado las exportaciones de crudo de Venezuela y ayudado a mitigar la escasez interna de combustibles.
Funcionarios de la Casa Blanca confirmaron una reunión secreta entre representantes de Estados Unidos y el gobierno de Maduro en México, en un contexto en el que Estados Unidos debe decidir si reimponer sanciones a la industria petrolera venezolana antes del 18 de abril, como respuesta al incumplimiento de Maduro en organizar elecciones consideradas libres y justas por Washington.
Las exportaciones de petróleo de Venezuela aumentaron en marzo, alcanzando su nivel más alto desde principios de 2020, debido a compras anticipadas antes de una posible expiración de una licencia temporal estadounidense que permitía la venta libre de crudo venezolano.