Una peligrosa tormenta invernal provocó el lunes importantes nevadas, rayos y vendavales en el noreste de Estados Unidos.
La tormenta dejó unos 30 centímetros (un pie) de nieve en partes del estado de Nueva York, Ohio y Pensilvania la noche del domingo y hasta la mañana del lunes, después de azotar regiones del sureste un día antes.
“Hemos tenido un área muy fuerte de baja presión que ha ido avanzando hacia el norte por la costa, con una acumulación importante de nieve que va desde Tennessee y Carolina del Norte hasta llegar al noreste”, dijo el meteorólogo Marc Chenard, de la oficina del servicio climático en College Park, Maryland.
Meteorólogos en Buffalo, Nueva York, señalaron que cayeron casi 45 centímetros (18 pulgadas) de nieve hasta la 1 de la tarde del lunes. Las autoridades de la ciudad recomendaron evitar los traslados innecesarios durante el feriado por el Día de Martin Luther King Jr., y algunas localidades aledañas impusieron restricciones a los viajes.
“¡Guau! ¡Las (últimas) mediciones de la 1 de la mañana eran de 4,6 pulgadas (11,68 centímetros) en la última hora en el Aeropuerto de Buffalo!”, tuiteó el Servicio Meteorológico Nacional en Buffalo durante la noche. “¡Y añadan otras 4 pulgadas (10 centímetros) en la última hora hasta las 2 de la mañana! El total hasta ahora desde el domingo por la noche: 10,2 pulgadas (25,9 centímetros)”.
La meteoróloga de la agencia Alexa Maines dijo que se reportaron al menos 38 centímetros (15 pulgadas) de nieve en Cleveland, Ohio, y otros 63 centímetros (25 pulgadas) en partes del condado Ashtabula, en el noreste de la entidad.
Decenas de miles de clientes se quedaron sin luz en el noreste del país y se cancelaron cientos de vuelos. Muchos centros de vacunación y pruebas diagnósticas de COVID-19 tuvieron que cerrar.
Entre tanto, la ciudad de Nueva York recibió apenas menos de 2,5 centímetros (1 pulgada) de nieve, misma que la lluvia nocturna se llevó. El servicio meteorológico (NWS, por sus siglas en inglés) informó que las lluvias y nevadas intermitentes podrían continuar durante la noche del lunes.
Los meteorólogos indicaron que las ráfagas de viento en la ciudad podrían alcanzar una velocidad máxima de unos 72 km/h (45 mph), y de unos 97 km/h (60 mph) en Long Island.
El aguanieve y la lluvia eran las principales amenazas para buena parte de Massachusetts, Connecticut y Rhode Island, donde las nevadas se convirtieron en lluvia durante la noche. Los expertos del NWS en Boston esperaban ráfagas de viento de hasta 113 km/h (70 mph).