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BROWNSVILLE, ESTADOS UNIDOS.- Un día después de que su nave Starship explotó durante su primer despegue, SpaceX, la empresa espacial de Elon Musk, estaba ayer haciendo su balance, pero también funcionarios locales y agencias reguladoras y ambientales de Estados Unidos.
Los reguladores dijeron a The Wall Street Journal (WSJ) que analizan qué significó el lanzamiento desde Boca Chica, en la costa de Brownsville, para las áreas naturales cercanas y la seguridad de la población del sur de Texas.
Ambientalistas y algunos residentes locales han expresado su preocupación por el impacto de las actividades de la Starbase desde que el jueves por la mañana se lanzó la Starship y su poderoso cohete Super Heavy.
Para SpaceX y especialistas, el vuelo de prueba sin tripulación que voló más de 30 kilómetros fue celebrado como un hito y un gran aprendizaje en su proyecto de que la nave lleve a astronautas de la NASA a la Luna en 2025.
“Si despegamos y despejamos la plataforma, lo llamamos una victoria”, dijo Kate Tice, ingeniera de SpaceX, el jueves.
La prueba, que coronó dos décadas de esfuerzo, se encontraba entre una serie de pasos necesarios antes de que SpaceX pueda intentar llevar personas a la Luna y, finalmente, a Marte, como Musk espera hacer algún día.
El año pasado, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), que supervisó una evaluación ambiental de los planes de Starship, enumeró docenas de pasos que la empresa debía tomar para mitigar los efectos de los lanzamientos.
Una gran columna se elevó alrededor de la plataforma de lanzamiento cuando la nave y el cohete -considerado el más poderoso de la historia-, que en su conjunto miden 120 metros de altura, comenzó a despegar el jueves por la mañana.
Tras unos minutos, la nave estalló y Musk agregó que creía que la compañía podría estar lista para lanzar una nueva en uno o dos meses.
Un video que SpaceX publicó del lanzamiento parecía mostrar material disparado hacia el Golfo de México durante los primeros momentos del lanzamiento.
Para el lanzamiento, se estableció una zona de exclusión para garantizar que las personas no estuvieran cerca de la operación.
Ayer, el Condado de Cameron extendió el cierre de parte de una carretera que conduce a la base de SpaceX hasta el sábado para asegurarse de que los esfuerzos de limpieza se realicen de manera segura.
SpaceX proporcionó a la Guardia Costera datos y la corporación determinó que no había escombros en las vías fluviales que pudieran representar un peligro.
La FAA, a su vez, debe determinar que haya condiciones de seguridad para intentar otro vuelo.
No se reportaron heridos o daños a la propiedad pública, reportó la FAA.
Asimismo, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre informó ayer está evaluando los impactos del lanzamiento.
Ex empleados de SpaceX han dicho que la compañía fomenta la toma de riesgos, siempre que la seguridad no se vea comprometida, y los ingenieros de la empresa están capacitados para usar los datos recopilados de explosiones o problemas para mejorar.
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