Los equipos de rescate de Taiwán se encuentran en una carrera contra el tiempo para liberar a las personas atrapadas en túneles y carreteras remotas luego del devastador terremoto que azotó la región. La ciudad de Hualien, ubicada cerca del epicentro, ha sido duramente golpeada, con edificaciones inclinadas y decenas de personas atrapadas bajo los escombros.
“Espero que hoy podamos aprovechar el tiempo para rescatar a todas las personas que están atrapadas y desaparecidas”, declaró el primer ministro Chen Chien-jen desde el centro de operaciones de emergencia en Hualien.
Los equipos de rescate tienen conocimiento de la ubicación de decenas de personas atrapadas en la red vial de este condado montañoso y repleto de túneles, pero aún enfrentan grandes desafíos para acceder a ellas. Además, cientos de personas quedaron varadas en un hotel de lujo y un centro juvenil debido a los deslizamientos de tierra que bloquearon las carreteras de acceso.
En la ciudad de Hualien, un edificio de cristal se ha convertido en un símbolo del desastre al quedar inclinado a un ángulo de 45 grados por el colapso de parte de su primera planta.
“Apenas ocurrió el terremoto, evacuamos rápidamente a los clientes y les instamos a que se marcharan”, comentó Wang Zhong-chang, propietario del hotel Hualien Hero cercano.
Aunque las estrictas normativas de construcción de la isla parecen haber mitigado una tragedia mayor, el gobierno advierte a la población sobre las numerosas réplicas que han seguido al terremoto inicial.
El sismo, estimado en una magnitud de 7.4 por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), es el más potente en golpear Taiwán desde 1999, cuando un terremoto de 7.6 cobró la vida de 2,400 personas. Aunque se emitieron alertas de tsunami para Taiwán, Filipinas y Japón, estas fueron levantadas poco después sin causar daños significativos.