Un ataque israelí mató el lunes a siete trabajadores humanitarios, varios de ellos extranjeros, que entregaban ayuda alimentaria en la asediada Franja de Gaza, informó la organización del chef hispano-estadounidense José Andrés, para la cual trabajaban.
“World Central Kitchen está devastada al confirmar que siete miembros de nuestro equipo murieron en un ataque de las FDI (fuerzas de defensa israelíes) en Gaza”, indicó la oenegé en un comunicado. “Tengo el corazón roto y estoy de luto por las familias y amigos y toda la familia WCK”, expresó José Andrés en la red social X.
Su organización anunció que “interrumpe operaciones” en Gaza tras la muerte de sus trabajadores, originarios “de Australia, Polonia, Reino Unido, uno con doble nacionalidad de Estados Unidos y Canadá, y Palestina”. El Ministerio de Salud de este territorio controlado por Hamás informó previamente de que las fuerzas israelíes bombardearon un vehículo de la organización, matando a los trabajadores extranjeros y el conductor palestino.
World Central Kitchen es una de las dos oenegés a cargo de la entrega de ayuda a Gaza en barcos desde Chipre, y apoya la construcción de un muelle temporal en la Franja. El ejército israelí prometió que abrirá una investigación para “examinar más profundamente este grave incidente”.
Australia denunció un acto “completamente inaceptable”, España, Reino Unido y Polonia exigieron explicaciones de lo sucedido. China se declaró “conmocionada” por el ataque y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), pidió que se realice una investigación “lo antes posible”.
“Estamos con el corazón roto y profundamente preocupados por el ataque”, escribió en X la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadunidense, Adrienne Watson.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, admitió el martes que siete empleados de la oenegé murieron en un bombardeo israelí “no intencional” en Gaza.
“Lastimosamente ayer (lunes), se produjo un trágico incidente, nuestras fuerzas golpearon de forma no intencional a inocentes en la Franja de Gaza”, declaró desde el hospital donde fue operado el domingo por una hernia. “Esto sucede en una guerra (…), estamos en contacto con los gobiernos y haremos todo lo posible para que no se vuelva a producir”, añadió Netanyahu.
El territorio palestino vive una grave situación humanitaria tras seis meses de guerra, con sus 2.4 millones de habitantes en riesgo de hambruna, según la ONU. Sin una perspectiva concreta para una tregua, los combates continúan arreciando en Gaza que permanece bajo un bloqueo casi total que dificulta la distribución de ayuda humanitaria.
Dominic Allen, director del Fondo de Población de la ONU para Gaza, dijo que la situación es “más que catastrófica” y se declaró “aterrorizado” por lo que podría ocurrir si la guerra se prolonga.
El conflicto ha avivado también las tensiones regionales en países como Siria, donde murieron once personas por un bombardeo contra un anexo de la embajada de Irán, entre ellos siete Guardianes de la Revolución. En la Franja, Israel anunció la retirada de sus tropas del hospital Al Shifa tras dos semanas de operativo en el que mataron a unos 200 combatientes.
Un vocero de la agencia de defensa civil de Gaza, dirigida por Hamás, dio cuenta de 300 muertos por la operación israelí. Imágenes tomadas por un periodista de la AFP tras la retirada israelí mostraron el hospital reducido a un campo de escombros y ruinas.
En las inmediaciones del complejo, médicos y civiles dijeron que se recuperaron más de 20 cadáveres, algunos de ellos aplastados por los vehículos militares durante su retirada.
“Los tanques pasaron por encima de los cadáveres”, dijo un testigo que prefirió no dar su nombre.
En tanto, las operaciones militares continuaron en los sectores de los hospitales de Nasser y Al Amal en Jan Yunis, en el sur, según Hamás. La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre tras un ataque de los milicianos de Hamás en Israel que dejó mil 160 muertos, la mayoría civiles. Entre los muertos había más de 300 militares.
Los comandos islamistas también tomaron unos 250 rehenes. Alrededor de 130 continúan en Gaza, de los que 34 habrían fallecido, según Israel. En represalia, Israel lanzó una ofensiva para “aniquilar” a Hamás que ha provocado hasta ahora 32 mil 916 muertos, en mayoría mujeres, adolescentes y niños, según el último balance del Ministerio de Salud del movimiento palestino.
Las negociaciones mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos para un alto el fuego no fructifican, con las dos partes acusándose del estancamiento. Un alto cargo de Hamás puso en duda la posibilidad de lograr avances en las conversaciones por las grandes diferencias entre ambos bandos.
El lunes, el grupo pidió “disculpas” por primera vez a los gazatíes por las dificultades del conflicto, pero se reafirmó en su lucha para lograr “la victoria y la libertad” de los palestinos. El objetivo de un cese el fuego es permitir la liberación de rehenes israelíes e ingresar más ayuda humanitaria a Gaza. También busca evitar un asalto terrestre de Israel sobre la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza, donde se hacinan 1,5 millones de personas.