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Roma – El mundo está logrando avances para poner fin a la pérdida de manglares, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Se calcula que en los últimos 40 años se ha perdido más del 20 % de los manglares del planeta, debido principalmente a los efectos que han tenido tanto las actividades humanas como la retracción natural en estos ecosistemas forestales presentes en las costas de 123 países de todo el mundo.
En el estudio The World’s Mangroves, 2000–2020 (Los manglares del mundo, 2000-2020), presentado hoy en el Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglares, se informa de que la superficie total mundial de manglares en 2020 se situaba en 14,8 millones de hectáreas.
Si bien entre 2000 y 2020 se perdieron 677 000 hectáreas de manglares, la tasa de pérdida se redujo en casi una cuarta parte (23 %) en la segunda década, según el informe.
El estudio también revela que los manglares, a diferencia de otros bosques, pueden extenderse muy rápidamente si se dan las condiciones adecuadas.
Unas 393 000 hectáreas de nuevos manglares —una superficie equivalente a 550 000 campos de fútbol— han crecido en zonas donde estos bosques no estaban presentes en 2000, lo que compensa más de la mitad de las pérdidas que se han producido a nivel mundial en los últimos 20 años.
Asia, que alberga casi la mitad de los manglares del mundo, registró un descenso del 54 % en la pérdida neta de superficie de manglares en los últimos 20 años. La pérdida neta también disminuyó en África, mientras que en América del Norte y central se invirtió la tendencia y se registró una ganancia neta de superficie de manglares entre 2010 y 2020. Por el contrario, en América del Sur y Oceanía se registraron aumentos de la pérdida neta durante el mismo período.
“Este nuevo estudio muestra la eficacia de las medidas que los países están adoptando para frenar la pérdida de manglares, pero también subraya que debemos continuar dando prioridad a la restauración, el uso sostenible y la conservación para proteger los servicios fundamentales que estos ecosistemas proporcionan a las personas y el planeta”, afirmó el Sr. Zhimin Wu, Director de la División de Actividad Forestal de la FAO.
“Los manglares desempeñan una función esencial para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, proporcionando alimentos y medios de vida a las comunidades costeras, protegiendo nuestras costas contra los desastres naturales, almacenando carbono, mitigando el cambio climático y albergando una extraordinaria variedad de biodiversidad”, añadió.
Factores determinantes de la pérdida y el aumento de la superficie de manglares
En el estudio de la FAO, que proporciona una de las informaciones más detalladas hasta la fecha sobre lo que está sucediendo con los manglares del mundo —en particular sobre los factores determinantes de la pérdida de estos bosques—, se combinan imágenes de satélite de teledetección y conocimientos de expertos locales para recopilar y analizar datos obtenidos en cinco regiones durante un período de 20 años.
Aunque la mayoría de las prácticas acuícolas no afectan a los manglares, el cultivo del camarón en estanques, una de las principales causas de la desaparición de los manglares, pasó de causar el 31 % de toda la pérdida entre 2000 y 2010 al 21 % entre 2010 y 2020, según el informe.
La retracción natural, que determinó el 26 % de las pérdidas durante el período de 20 años, fue la segunda causa más significativa de la desaparición de manglares, lo que se debe, al menos en parte, a la intensificación de los efectos del cambio climático, tales como el aumento del nivel del mar y de las temperaturas.
Las catástrofes naturales representaron solo el 2 % de todas las pérdidas registradas durante el período entre 2000 y 2020. No obstante, la superficie que destruyeron se triplicó y se prevé que aumente, advierte el informe, dejando a las comunidades costeras aún más vulnerables ante los oleajes de tormenta, las inundaciones y los tsunamis.
En cuanto a los factores que impulsaron el aumento de la superficie de manglares, la expansión natural representó el 82 % de todo el incremento en las dos décadas y la restauración, el 18 % restante.
Aprovechamiento de los progresos realizados
Las conclusiones del estudio ayudarán a orientar estrategias más específicas para poner fin a la pérdida de manglares en distintas partes del mundo.
La publicación recomienda que se mantenga la labor encaminada a abordar los factores determinantes de la pérdida de manglares relacionados con el uso de la tierra, vinculando el desarrollo agrícola a la conservación de las áreas remanentes de manglares y promoviendo su uso sostenible, así como el apoyo a los medios de vida de las comunidades costeras.
También debe darse prioridad a los manglares en las iniciativas de restauración, que deben centrarse en la creación de condiciones propicias para que los manglares colonicen naturalmente hábitats adecuados, aprovechando el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030) y contribuyendo a él.
Y dado que los manglares se encuentran entre los ecosistemas más ricos en carbono del planeta, ya que se calcula que almacenan 6,23 gigatoneladas del carbono mundial en su biomasa y sus suelos, también deberían tener un papel mucho más destacado en las estrategias de mitigación del cambio climático, según el estudio.
El informe será presentado oficialmente hoy, en el marco de la celebración conjunta de la FAO y la UNESCO del Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglares, durante la Sexta Conferencia Internacional sobre Macrobentos y Gestión de los Manglares que tiene lugar en Cartagena (Colombia).