Antes de abordar el avión presidencial para volver a Washington desde Iowa, Biden dijo que habló en serio cuando dijo en otro evento que Putin estaba llevando a cabo un genocidio en contra de Ucrania.
“Sí, lo llamé un genocidio”, recalcó ante los reporteros. “Cada vez está más claro que Putin simplemente intenta acabar con la idea de siquiera ser ucraniano”.
Biden añadió que dependerá de los abogados decidir si el comportamiento de Rusia cumple con los estándares internacionales de un genocidio, pero “sin duda así es como lo veo”.
“Está saliendo más evidencia de las cosas horrendas que han hecho los rusos en Ucrania, y vamos a saber más y más sobre la devastación, y dejaremos que los abogados decidan a nivel internacional si esto califica o no”, como genocidio, declaró.
Biden ha dicho en ocasiones anteriores que no creía que las acciones de Rusia representaran un genocidio, pero que constituían “crímenes de guerra“.
Presidentes estadounidenses previos a menudo habían evitado declarar formalmente como genocidio las operaciones militares como la que Rusia lleva a cabo en Ucrania, titubeando en desatar una obligación establecida en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, la cual requiere la intervención de los países firmantes una vez que se haya identificado formalmente el genocidio.
Por ejemplo, fue esta obligación la que impidió que el presidente Bill Clinton declarara como genocidio la masacre de 800.000 tutsis en Ruanda en 1994.