SANTIAGO, CHILE.- Una contundente mayoría en Chile rechazó ayer la propuesta de Constitución que buscaba cambiar la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) -reformada en varias ocasiones- por otra con más derechos sociales.
El resultado que superó las expectativas más optimistas de la Oposición conservadora y es visto como una derrota para la izquierda liderada por el Presidente Gabriel Boric.
Más de 13 millones de electores de los 15 que fueron llamados a las urnas de forma obligatoria acudieron a la cita, es decir, hubo una participación de más del 86 por ciento. Aquellos que no sufragaron podrían ser acreedores de una multa de 200 dólares (180 mil pesos chilenos).
Con el 99.92 por ciento de los votos escrutados, la opción “Rechazo” registró 61.87 por ciento, frente a 38.13 por ciento de “Apruebo”, según datos del autónomo Servicio Electoral de Chile (Servel).
El proyecto mantenía una economía de mercado, pero aspiraba a consagrar un nuevo catálogo de derechos sociales en materia de salud, aborto, educación y pensiones, con énfasis medioambiental y una “plurinacionalidad” indígena.
La realización del referendo sobre una nueva Carta Magna se dio luego de la gran revuelta social de 2019 en reclamo de mayor justicia social.
Dos años después, el “Apruebo” venció casi únicamente entre una mayoría de chilenos en el exterior, donde hubo unos 100 mil electores inscritos.
Los promotores del cambio constitucional reconocieron la derrota y reafirmaron su intensión de impulsar un nuevo proyecto de Carta Magna.
“Reconocemos este resultado y escuchamos con humildad lo que el pueblo de Chile ha manifestado”, dijo Vlado Mirosevic, vocero de “Apruebo”.
También partidos y voceros de centroizquierda, así como de la derecha opositora que promovía el “Rechazo”, se han comprometido a negociar para elaborar un nuevo texto.
Boric, por su parte, afirmó que desde hoy trabajará en acordar un nuevo proceso constituyente, por lo que convocó a una reunión con líderes del Legislativo y otras autoridades.
El Presidente izquierdista aseguró que la propuesta del texto no dejó satisfechos a los chilenos, por lo que llamó a la autocrítica y a tomar el resultado como una oportunidad de “volver a encontrarnos”.
“Esta decisión exige a nuestras instituciones y actores políticos que trabajemos con más empeño, con más diálogo, con más respeto y cariño hasta arribar una propuesta que nos interprete a todos, que nos una como país”, manifestó.
A su vez, anticipó “prontos ajustes” en su equipo de Gobierno.
En ese sentido, Roberto Funk, académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, declaró que Boric, quien comprometió su mandato con el triunfo de la nueva Carta Magna, debe marginar a “las voces más radicales” de su coalición política para encabezar un proceso de negociaciones en el Congreso.
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