Pequeñas esculturas antiguas que han estado acumulando polvo en una caja de almacenamiento en Albuquerque regresarán a México, donde están entrelazadas con la identidad de comunidades indígenas.
La Fundación del Museo de Albuquerque celebró la repatriación de una docena de esculturas en una ceremonia el miércoles. El consulado de México recibió esculturas olmecas de piedra verde, una figura procedente de la ciudad de Zacatecas, cuencos que fueron enterrados en tumbas y otras figurillas de barro creadas hace miles de años.
El acto tuvo lugar luego de que comunidades autóctonas, indígenas y africanas han exigido a museos, universidades y otras instituciones que repatrien piezas que forman parte importante de su cultura e historia.
El presidente y director general de la fundación, Andrew Rodgers, dijo que devolver las esculturas que estuvieron almacenadas durante 15 años era lo correcto. Incluso la junta directiva de la fundación estuvo de acuerdo. Pero algunos fuera de su organización tenían una idea distinta.
“Sí encontramos a un par de personas que sugirieron: ´Oh, deberían vender estas´… ‘Puede que no valgan muchísimo, así que quédenselas´, o ´a México realmente no le importan este tipo de cosas´”, dijo Rodgers.
Pero a México sí le importan, y mucho
“Apreciamos y reconocemos las medidas tomadas por la Fundación del Museo de Albuquerque para devolver voluntariamente estas piezas arqueológicas a la nación mexicana”, dijo la cónsul de México, Norma Ang Sánchez, en un comunicado. “Son elementos importantes de memoria e identidad para nuestras comunidades nativas, y nos complace que se recuperen”.
Las labores para investigar los orígenes de las reliquias comenzaron hace más de cinco meses, cuando fueron halladas en una caja almacenada. El asistente de Rodgers obtuvo el formulario de avalúo original cuando un donante las regaló en 2007.
“Inmediatamente comenzaron a sonar alarmas en nuestras cabezas” al ver la etiqueta “precolombino”, dijo Rodgers.
Al investigar en internet, Rodgers encontró a la vendedora original. Una mujer de Nueva York de más de 90 años todavía tenía las notas originales de la venta de los artículos a los donantes en 1985. Dijo que fueron adquiridas al costado de una carretera en México o a comerciantes de Nueva Inglaterra.
“No creo que nadie haya tenido malas intenciones. Simplemente creo que no había mucha claridad ni mucha transparencia en ese tipo de prácticas hace 30, 40, 50 años“, dijo Rodgers.
Los arqueólogos del museo de la Universidad de Nuevo México y la Universidad Emory de Atlanta certificaron la autenticidad de los objetos antes de hablar con el consulado mexicano local. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, que recibirá las esculturas, cree que fueron creadas en el occidente de México entre 300 y 600 a. C.
Desean recuperar la Cultura y las obras Prehispánicas
Siempre ha habido un deseo de recuperar la cultura y las obras de arte prehispánicas, según Tessa Solomon, reportera de la publicación en línea ARTnews que ha cubierto docenas de historias sobre el tema.
Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México en 2018, su gobierno hizo de la recuperación de antigüedades una prioridad. La ministra de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, ha intentado frenar la venta de objetos culturales en subastas. Esos intentos generaron un movimiento en redes sociales llamado #MiPatrimonioNoSeVende. Se estima que más de 5.500 objetos arqueológicos de México han sido recuperados en los últimos años.
“(Los funcionarios mexicanos) definitivamente efectúan los intentos más concertados para detener las subastas de estas piezas”, dijo Solomon. Colocar estos objetos en una galería o museo europeo o estadounidense es “crear estos vacíos en la historia del arte de estos lugares que son difíciles de llenar. No debería depender de otros países el crear estas historias”.
En todo el mundo se llevan a cabo campañas para recobrar antigüedades y obras de arte en un país o pueblo. El Departamento del Interior de Estados Unidos sopesa hacer cambios a una ley federal que garantiza la repatriación de restos y objetos sagrados de indígenas estadounidenses. Las revisiones propuestas incluyen más claridad, plazos específicos y penas más severas por violar la ley.
Grupos indígenas de Canadá han pedido a los Museos del Vaticano que les entreguen decenas de miles de reliquias y obras de arte. La Santa Sede dice que los tocados de plumas, los colmillos de morsa tallados, las máscaras y las pieles de animales bordadas fueron obsequios al papa Pío XI.
Alemania y Nigeria firmaron un acuerdo el 1 de julio para facilitar la devolución de cientos de objetos conocidos como los Bronces de Benin que los británicos robaron de África hace más de un siglo. Se vendieron cientos de bronces a museos de todo el mundo. El Smithsonian tenía 29 en su Museo Nacional de Arte Africano en Washington, D.C., y volverán al gobierno de Nigeria.
Otros museos del Smithsonian han estado devolviendo objetos a sus dueños legítimos a lo largo de más de tres décadas, dijo Kevin Gover, subsecretario de museos y cultura. Determinar quién es el propietario de los artículos puede ser un proceso largo.
“Recuerden, a menudo algunas de estas cosas son muy antiguas”, dijo Gover, ciudadano de la Nación Pawnee de Oklahoma. “Por lo tanto, se requiere una gran cantidad de investigación para asegurarnos de que entendemos exactamente qué es y cómo se adquirió… Estoy impresionado de que (la Fundación) del Museo de Albuquerque lo haya hecho en seis meses”.
Las protestas raciales que comenzaron en Estados Unidos en 2020 probablemente generaron un incremento en las exhortaciones para reclamar antigüedades y obras de arte. En abril, el Smithsonian promulgó una “política de devoluciones éticas” que requiere examinar cómo un objeto llegó a manos de la institución.
Los museos y otros recintos de arte deben reconocer que están en una época en la que serán juzgados por sus acciones, no sólo por sus obras de arte.
“El público espera más de estas instituciones”, dijo Gover
“Esto forma parte de mantener esa confianza, poder decir que tomamos posesión de este objeto de una manera ética, justa”.
Rodgers, de la Fundación del Museo de Albuquerque, dice que esta experiencia representa una oportunidad crucial de aprendizaje.
“En especial, esta experiencia nos ha dado exposición a este mundo y una mejor comprensión”, dijo. “Así que creo que ciertamente estamos mucho mejor preparados para asegurarnos de que nunca aceptemos nada que no debamos”.