Funcionarios de Estados Unidos llegaron a Sri Lanka para tratar de ayudar al país a salir de una abrumadora crisis económica que ha causado escasez de productos básicos.
Estados Unidos las últimas dos semanas ha anunciado el otorgamiento de millones de dólares en ayuda a Sri Lanka, que está sobreviviendo gracias a una línea de crédito de 4.000 millones de dólares de la vecina India. Además ha recibido promesas de entre 300 millones y 600 millones de dólares del Banco Mundial para comprar medicamentos y otros suministros.
El primer ministro Ranil Wickremesinghe anunció la semana pasada que la economía había “colapsado” debido a la caída de las reservas y la enorme carga de deuda, una crisis empeorada por la pandemia y otros factores de larga data.
La delegación estadounidense está encabezada por Robert Kaproth, subsecretario del Tesoro para Asia y Kelly Keiderling, subsecretaria de Estado para Asia Sur y Central.
En su estadía de cuatro días, la delegación se reunirá con una amplia variedad de políticos, economistas y representantes de organizaciones internacionales a fin de “explorar las maneras más eficaces de ayudar a los ciudadanos de Sri Lanka necesitados, a los que trabajan para resolver la actual crisis económica y a los que están trabajando para tener una economía inclusiva y sostenible para el futuro”, indicó en una nota de prensa la embajada norteamericana.
“Esta visita subraya nuestro compromiso con la seguridad y la prosperidad del pueblo de Sri Lanka”, declaró Julie Chung, la embajadora estadounidense en el país.
Añadió que en momentos en que Sri Lanka sufre “uno de los mayores desafíos económicos de su historia, nuestros esfuerzos para apoyar el crecimiento económico y las instituciones democráticas nunca han sido más críticas”.
Estados Unidos ha anunciado 120 millones de dólares en financiamiento para la pequeña y mediana empresa, una contribución de 27 millones para la industria láctea de Sri Lanka y 5,75 millones en ayuda humanitaria. Otros 6 millones van destinados a medios de sustento y asistencia técnica para una reforma financiera.
Sri Lanka dice que no puede pagar 7.000 millones de dólares de deuda extranjera que debía cancelar este año, y está en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para recibir un paquete de rescate. Debe pagar en promedio 5.000 millones anuales hasta el 2026. Las autoridades de la han pedido al FMI convocar a una conferencia con los acreedores.
El ministro de Energía de Sri Lanka Kanchana Wijesekera, entretanto, pidió el sábado a la ciudadanía no hacer cola para comprar gasolina pues los envíos están demorados “por problemas bancarios y logísticos”.
Añadió que se entregará una cantidad limitada a las gasolineras del país la semana próxima. Avisó que hasta que vengan los próximos envíos “se le dará prioridad al transporte público, a las plantas generadoras de electricidad y a la industria del país”.