La situación en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, se vuelve cada vez más tensa mientras el ejército israelí emite una orden de evacuación y se intensifican los ataques aéreos y de artillería en la zona. Este lunes, Israel ordenó la evacuación del este de Rafah, una medida que desafía los esfuerzos de mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos para lograr un cese el fuego con Hamás.
Los barrios de Al Shuka y Al Salam fueron bombardeados, coincidiendo con la orden de evacuación emitida previamente por el ejército israelí. Esta acción complica los intentos de encontrar una solución diplomática al conflicto, que ha dejado a la población de Gaza sumida en la desesperación después de meses de hostilidades.
Se estima que alrededor de 100,000 personas se verán afectadas por la evacuación en Rafah, una ciudad con una población total de aproximadamente 1.2 millones de habitantes. La medida ha sido anunciada mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reitera su intención de invadir Rafah, sin importar la existencia de un acuerdo de alto el fuego.
La Unión Europea ha expresado su preocupación por la orden de evacuación, advirtiendo sobre el riesgo de una mayor violencia y sufrimiento para la población local. Mientras tanto, las negociaciones entre Hamás e Israel continúan, aunque persiste la incertidumbre sobre el destino de la región y su impacto en la ya devastada población de Gaza.
Los residentes de Rafah, recibiendo mensajes de advertencia en sus teléfonos móviles y mapas para dirigirse a zonas seguras, huyen aterrados de la inminente escalada de la violencia. La situación refleja la urgencia de encontrar una solución pacífica para poner fin al conflicto en Gaza.