Santiago de Chile/ Ciudad de México
El 2 de octubre del 2020 los ciudadanos jaliscienses Leonardo Figueroa Gómez y Francisco Germán Ventura Centeno se presentaron en la notaría número 1 de Poncitlán, Jalisco, para realizar un procedimiento inusual: otorgar un poder especial a los abogados chilenos Ignacio Antonio Méndez Letelier y Francisco Eugenio Duque Motta para que éstos los representen ante organismos judiciales, administrativos y económicos de México y Chile. El poder que les otorgaron era tan amplio que también los facultó para, a nombre de sus “mandantes”, recibir pagos, comprar y vender bienes y constituir sociedades empresariales.
Exactos dos meses después, el 2 de diciembre del 2020, los abogados chilenos constituyeron la sociedad Mexstone SpA (sociedad por acciones) en una notaría ubicada en el centro de Santiago. Lo hicieron en representación del jalisciense Figueroa Gómez, en cuyo poder quedaron la totalidad de las acciones. El capital inicial de la sociedad fue de un millón de pesos chilenos (cerca de mil dólares) y el abogado Duque Motta quedó como administrador y representante de la sociedad.
Inició así una operación que, mediante el uso de empresas de papel o “fantasmas”, organizó embarques marítimos para transportar de México a Chile droga escondida en piedras de decoración de fachadas de inmuebles.
Una investigación conjunta del semanario mexicano Proceso y del Centro de Investigación Periodística (CIPER) de Chile –que implicó la revisión de actas notariales, registros mercantiles y despachos marítimos, así como el cotejo de lugares y personas— determinó el modus operandi utilizado en al menos dos de estos embarques: el primero partió de Manzanillo, Colima, el 21 de abril de 2021 y llegó al puerto de San Antonio, Chile, el 11 de mayo siguiente; el segundo tenía progamado partir a fines de julio de 2021 de Manzanillo con destino a Valparaiso, pero el 4 de agosto agentes de la Secretaría de Marina Armada de México lo requisaron después de que encontraron mil 700 kilos de mariguana en cajas ocultas en los contenedores que llevaban las piedras de decoración.
La carga abandonada
El cargamento que llegó al puerto de San Antonio el 11 de mayo se le identificó con la Guía de Carga o BL (del término en inglés Bill of Lading) N° H-21/0291PCM. Según ese documento, el contenedor transportaba piedra de cantera que podría ser utilizada para decorar fachadas de edificios.
Fuentes consultadas para esta investigación indican que el envío, recepción y almacenaje de ese cargamento fue coordinado desde Chile por el abogado Duque Motta, representante legal de Mexstone SpA, y por una persona que no se identificó desde México, a nombre de la sociedad Spade Riggle.
Una vez que el cargamento tocó suelo chileno, fue almacenado temporalmente en el terminal extraportuario Seaport, ubicado en San Antonio. Allí permaneció hasta el 20 de mayo, cuando fue retirado a las cinco de la tarde por un camión perteneciente a la empresa que prestó servicios como transportista, Truck y Cía. El vehículo era conducido por Eduardo Escobar Figueroa y su patente era JXSG-88.
Según el plan original, la carga debía ser depositada en una bodega de la empresa Ergo, ubicada en Santiago. Sin embargo, Ergo no realizó la recepción porque era fin de semana y sólo trabajaba en días hábiles. Entonces el cargamento fue transportado a una bodega arrendada por Truck y Cía, ubicada en la comuna de San Joaquín (Santiago).
Finalmente, la carga fue llevada por el mismo conductor y el mismo camión de Truck y Cía. hasta la bodega de Ergo el 24 de mayo, cerca de las nueve de la mañana. Tres horas después, a las 12:47, Lorena Godoy, empleada de Ergo, envió un correo electrónico a [email protected] informando que recepcionó 10 pallets de “Piedra Laja”. En ese mensaje, dirigido a una persona que identificó como Leandro, informó que “todos los pallet completos vienen destruídos”. Godoy envió una copia del e-mail a la empresa Pollmann, quien ejerció como agente de aduanas y se coordinó con Truck y Cía. para coordinar el transporte del cargamento.
La carga de piedras de decoración de fachadas fue abandonada en la bodega de Ergo. No hubo reclamos desde México por su destrucción y abandono. Caundo en marzo pasado la Policía Marítima chilena ingresó a la bodega, encontró que dentro de los pallets había una caja sellada, pero vacía; si hubo algo en su interior, ya se lo habían llevado.
Embarque fustrado
El segundo embarque –cuyo destino era Valparaíso— también transportaba piedra de decoración. Fue decomisado en Manzanillo por personal de la sexta regional naval de la Secretaría de Marina (Semar). De acuerdo con el comunicado 071/2021 de esta dependencia, “los agentes realizaban una inspección de rutina cuando notaron que al interior de los depósitos había cajas fabricadas que no correspondían al diseño del contenedor” y en las que encontraron 30 pallets que contenían mil 716 paquetes que sumaron mil 700 kilos de mariguana.
Una carga de droga valiosa si se toma en cuenta que el gramo de mariguana se vende en Chile entre 5 y 10 dólares, por lo que la droga de ese embarque hubiera significado un negocio de entre 8.5 y 17 millones de dólares.
En una de las fotografías que acompañan al comunicado de la Semar se muestra la droga dentro de una de las “cajas fabricadas”, la cual es idéntica a la caja vacía encontrada en la bodega Ergo de Santiago de Chile.
Pero las coincidencias van más allá de las cajas. También en este caso, la empresa que enviaba el cargamento era Spade Riggle y el consignatario en Chile era Mexstone SpA. Como contacto de la primera firma está registrado Leandro Duarte Castellanos, mientras que para el caso de Mexstone SpA aparece anotado Duque & Méndez, el despacho del abogado Duque Motta, según se asienta en una Prealerta del embarque.
De acuerdo con este documento, el agente de aduanas para este cargamento sería nuevamente Pollmann y el flete sería transportado hasta el país sudamericano por Pluscargo Chile. Repartido en cinco contenedores, la Prealerta señala que el peso total del cargamento era de 99 mil kilos, supuestamente de piedras de decoración.
Al igual que en el primer cargamento, Duque Motta, en calidad de representante legal de Mexstone, se contactó con Pollmann y Transportes Truck para gestionar la recepción y movilización del cargamento dentro de Chile, informó Hugo Goncalves, jefe de Operaciones de Transportes Truck.
Según Goncalves, desde Spade Riggle también se contactó una persona identificada como Leandro, quien les puso en contacto con Ergo para coordinar el transporte del primer cargamento hasta la bodega de esa empresa. El nombre coincide con el que se anotó como contacto en la Prealerta del segundo embarque, Leandro Duarte Castellanos, y con el receptor del correo electrónico enviado por la empleada de Ergo, Lorena Godoy, a la dirección electrónica [email protected], informando de los daños que habría sufrido el contenido del primer embarque.
Goncalves agregó que después de que el envío del segundo embarque fue frustrado por autoridades mexicanas, nadie a nombre de Mexstone los volvió a contactar.
“Fue una empresa de papel, esa es la impresión que me quedó a mí”, concluyó.
Contactado por WhatsApp, Figueroa Gómez –quien actualmente se presenta como director comercial de Alfa AV, empresa que ofrece “servicios de tecnología en audio, seguridad, video y redes”– negó tener negocios en Chile, pero cuando se le envió la copia de su credencial de elector que aparece en los documentos notariales de Mexstone SpA, escribió “jajajaja” y bloqueó la comunicación.
Empresarios pobres
Spade Riggle, la empresa que realizó los envíos de piedra de decoración a Chile, fue creada en Zapopan, Jalisco, el 18 de noviembre de 2020, dos semanas antes de que en Chile se registrara Mexstone SpA.
De acuerdo con su acta constitutiva, Spade Riggle se dedica a todo lo relacionado con la construcción y la ingeniería civil. Sus accionistas son María Juana Arreguín Villegas y Carolina Alcocer Castañeda. La primera era además “administradora general única” de la empresa y la segunda “gerente general”. Ello cambió en la “asamblea general ordinaria y extraordinaria” realizada el 20 de enero del 2021 cuando Arreguín Villegas renunció como administradora general única y en su lugar quedó Leandro Duarte Castellanos, asumiendo amplios poderes para representar, administrar y gestionar a la sociedad. En esa misma asamblea la empresa amplió su objeto social para incluir, entre otros aspectos, “la importación, exportación y comercialización de materiales para la industria de la construcción”.
Una búsqueda en registros civiles arrojó que las accionistas y el gerente general de Spade Riggle son en realidad personas humildes que viven en barrios pobres de la periferia de Guadalajara; es decir, son personas utilizadas como fachada o “prestanombres” para ocultar a los verdaderos dueños del negocio.
Leandro Duarte Castellanos –quien supuestamente gestionó desde México y en representación de Spade Riggle las operaciones de embarque hacia Chile y el traslado y resguardo de la mercancía en ese país–, es “empleado” y vive en un modesto departamento ubicado arriba de un gimnasio en la colonia Jalisco, una de las más pobres e inseguras de Guadalajara. Aparece registrado como beneficiario del programa social “Mano a Mano” que dio empleo temporal a personas de bajos recursos. Este programa existió hasta 2018 y pagaba un promedio de 160 pesos diarios (unos 8 dólares) por barrer y limpiar calles y parques públicos.
María Juana Arreguín Villegas, accionista y administradora general única de Spade Riggle hasta el 20 de enero del 2021, es “trabajadora por su cuenta” y vive en una casita estrecha de mampostería en la colonia Santa Isabel, una de las más pobres e inseguras del municipio de Tonalá. De hecho, apenas cuenta con los servicios básicos de agua y electricidad. Sus calles no tienen banquetas y están sin pavimentar.
Carolina Alcocer Castañeda, accionista y gerente general de Spade Riggle, es “obrera” y es vecina de María Juana: también vive en la colonia Santa Isabel. En febrero de 2015, Carolina solicitó a las autoridades del municipio de Tonalá una licencia de alineamiento y número de su vivienda –de dos plantas, con fachada de tabique sin aplanar– con el propósito de regularizar su propiedad pues su colonia inició como un asentamiento irregular.
Los tres –Duarte Castellanos, Arreguín Villegas y Alcocer Castañeda—aparecen además como accionistas y/o directivos de varias empresas más registradas en Guadalajara, según detectó en su plataforma la organización Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).
Así, Duarte Castellanos es tambien accionista de Butconex (recursos humanos, consultoría fiscal y “alta dirección de empresas”) Servan FL (maquinaria y equipo eléctrico y electrónico) y Gimnaher (equipamiento para gimancio y actividades deportivas); en tanto que Arreguín Villegas y Alcocer Castañeda son socias en Forvik Consultores (consultoría empresarial), Industrias Maniffer (servicios jurídicos y de contaduría) y Magno Obras Kahoutek (construcción y bienes raíces).
El misterioso Jaime RodríguezEntrevistados por CIPER y Proceso, los abogados chilenos Duque Motta y Méndez Letelier, representantes de Mexstone SpA, aseguran que fueron víctimas de un engaño y de su propia falta de precaución.
Sitúan el origen de estas operaciones en mediados de 2020, cuando Duque Motta conoció y estrechó vínculos con Alligare LLC, bufete de abogados asentado en Perú y liderado por un letrado de ese país, Luis Fuentes.
Este bufete se define como “una red internacional de despachos legales y fiscales de primer nivel dedicados a la internacionalización de empresas”; es decir, abrir sociedades y empresas para clientes extranjeros en países de Sudamérica. Y con ese objetivo contactaron a Duque: para que la red se asentara en Chile a través de su despacho.
Entre los clientes que fueron derivados por Alligare, Fuentes les pasó el contacto de una persona mexicana, quien quería abrir una sociedad en Chile. Su nombre era Jaime Rodríguez. Pero los abogados chilenos no tienen certeza de que Rodríguez haya existido. Duque dice que nunca lo conoció ni escuchó su voz. Sólo intercambió mensajes con él para coordinar la constitución de la sociedad chilena, que llamarían Mexstone, y su cesión de poderes y representación.
Entre fines de septiembre y comienzos de octubre de 2020 Duque y Méndez enviaron a Rodríguez el documento que establece las condiciones para representarlo en sus operaciones comerciales. En este paso cometieron el primer error u omisión, admiten ambos, pues el documento que fue protocolizado ante la notaría de Jalisco el 2 de octubre de ese año les otorgó un poder mucho más amplio del que, afirman, estaba asentado en el documento original que confeccionarion y enviaron. Sostienen que no se dieron cuenta de ello hasta que, en entrevista con los reporteros de esta investigación, éstos le mostraron el documento protocolizado.
En retrospectiva, dicen los juristas, pudo haber sido un error que aceptaran adquirir poderes notariales de personas que no conocían (Figueroa Gómez y Ventura Centeno), y que tampoco indagaran más datos sobre Rodríguez, quien les escribía desde el correo [email protected]. Afirman que como el cliente mexicano había sido derivado por el bufete peruano, se confiaron.
Los abogados chilenos aseguran que recibieron cerca de 3 mil 100 dólares por los servicios prestados a “Rodríguez”. Lo recibieron en tres pagos, los cuales cubrían el servicio de constitución de la empresa en Chile, la asistencia de un abogado durante tres meses y proveer un domicilio tributario, que en este caso fue la oficina del bufete Duque & Méndez.
Uno de los pagos provino de una cuenta del Wachovia Bank en Nueva York y lo envío Winter L-F Consultores SC. El documento bancario de la trasferencia señala que dicha empresa está domiciliada en Guadalajara. Sin embargo, en el Registro Público de Comercio no aparece.
La base de datos de Panjiva
Documenta envíos marítimos, muestra Winter L-F Consultores ha realizado cinco exportaciones hacia Estados Unidos. La dirección de la sociedad registrada allí es Guadalupe 4109, Zapopán, Jalisco. En el documento bancario que registró uno de los pagos al bufete de abogados chilenos aparece otra dirección para la empresa: Calle Río Ometepec 1419, El Rosario, Guadalajara. En esa dirección, al menos hasta junio de 2022, figura una casa que ofrece el servicio de arriendo de “batas para laboratorio”.
Otro pago lo realizó Spade Riggle. Lo hizo desde una cuenta a su nombre en BBVA. Fue por mil 200 dólares y estaba destinado a la compañía chilena Plus Cargo por el transporte marítimo de la carga que llegó a San Antonio en mayo de 2021.
Sobre las versiones que lo sitúan como el principal encargado de la logística del primer cargamento, Duque dice que sólo se contactó con la agencia de aduanas Pollmann para que recibiera el envío, y que esta empresa se coordinó con Transportes Truck para trasladar la carga una vez que llegara a Chile.
El jefe de operaciones de esa empresa, Hugo Goncalves, dijo que, para afinar detalles logísticos, le escribió una persona desde México que no se identificó, pero que dijo hacerlo en nombre de Duque. Consultado al respecto, el abogado dice que nunca se enteró de esas comunicaciones y que sólo utilizaron su nombre en esos mensajes.
Duque y Méndez afirman que cometieron otro error al no preocuparse por el destino y contenido del primer embarque, del cual no supieron hasta el 11 de agosto de 2021, una semana después de que la Semar decomisó una tonelada y media de mariguana en Manzanillo. Duque dice que se enteró de ello porque le avisó por teléfono el gerente de Pollmann, Luis Santander. La noticia fue devastadora para los socios chilenos. En medio de la crisis, cortaron todo vínculo con sus contrapartes mexicanos, quienes habían dejado de contestar las comunicaciones internas el 4 de agosto, el mismo día en que la droga fue decomisada en Manzanillo por la Semar. Decidieron entonces dejar Mexstone. Para ello realizaron una modificación que en el Diario Oficial de Chile quedó registrada como una disolución de la sociedad.
A través del abogado Felipe Barruel, Duque y Méndez presentaron una denuncia y una querella ante la justicia chilena para que se esclarezcan estos hechos. En ellas, mantienen la línea de defensa explicada a CIPER y Proceso: que nunca se enteraron de las verdaderas intenciones detrás de la creación de Mexstone y que fueron utilizados por una organización criminal para tratar de internar droga a Chile.