El Gobierno de Portugal ha aprobado este jueves la eliminación de la obligatoriedad de usar mascarillas en espacios interiores, de tal forma que el país pasará a tener una regulación similar a la de España y sólo se exigirá tapabocas en el transporte público y en lugares con “personas especialmente vulnerables”, entre los que figuran instalaciones sanitarias o residencias.
La ministra de Salud, Marta Temido, ha valorado al término del Consejo de Ministros que “se dan las condiciones” para dar este paso, que entrará en vigor una vez que lo promulgue el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, y aparezca publicado en el boletín oficial luso.
Temido ha lamentado que la mortalidad por COVID-19 sigue por encima de las 20 muertes por millón de habitantes –en concreto, 27,9–, pero ha incidido en que hay una “evolución positiva” de la pandemia y la incidencia de casos a siete días se sitúa en 583 por 100.000. La cifra de ingresos, además, es “estable y decreciente”, informa la cadena RTP.
En este sentido, ha recalcado que la pandemia “todavía no ha terminado” y se mantendrán ciertas recomendaciones sobre el uso de la mascarilla, por ejemplo cuando no se pueda guardar una mínima distancia interpersonal.
