Las aldeas de Kukawa, Gyanbahu, Dungur y Keram fueron asaltadas por motoristas armados sin identificar arrasando cuanto encontraron a su paso, según han contado algunos de los supervivientes al diario nigeriano ‘Daily Post’.
“Los hombres armados llegaron alrededor de las 15.00 horas (hora local) y comenzaron a disparar, fue increíble, como si fuera un sueño Estamos aterrorizados y no sabemos las razones detrás de estos actos a plena luz del día”, ha contado un testigo.
Al menos 90 personas habrían muerto tras estos ataques, dejando a su vez decenas de heridos, así como otras 70 personas secuestradas. Las aldeas han sido saqueadas, más de un centenar de viviendas han sido pasto del fuego y varias cabezas de ganado robadas.
Las autoridades han desplegado un operativo especial para poder dar con los desaparecidos. Se trata del último ataque dentro de una crisis de seguridad que desde hace semanas ha vuelto a azotar con más intensidad varias regiones del país.