WASHINGTON
Un proyecto de ley bipartidista para frenar la violencia armada que parecía inconcebible hace un mes en Estados Unidos estaba a punto de obtener la sanción final en el Congreso, en la respuesta legislativa más amplia de las últimas décadas a las masacres que han consternado, aunque no sorprendido, a los estadounidenses.
La Cámara de Representantes se disponía a votar en las próximas horas sobre el paquete de 13.000 millones de dólares, un mes después que un hombre armado masacró a 19 niños y dos maestras en una escuela primaria en Uvalde, Texas. En Buffalo, Nueva York, un hombre blanco, motivado por el racismo, según las autoridades, está acusado de matar a 10 clientes de una tienda de alimentos unos días antes de la matanza en Uvalde.
Tras las dos masacres —con pocos días de diferencia y cuyas víctimas fueron personas indefensas que despertaron la solidaridad inmediata de la gente—, el Congreso decidió que debía actuar, sobre todo en un año electoral. Los negociadores de ambos bloques en el Senado mantuvieron conversaciones a puertas cerradas hasta elaborar una solución de compromiso que aprueba medidas moderadas, aunque impactantes, para que semejantes masacres se vuelvan menos probables.
“Las familias en Uvalde y Buffalo y tantos tiroteos trágicos que los precedieron, han exigido acción. Y esta noche, actuamos”, dijo el presidente Joe Biden después de la aprobación. Pidió a la cámara que le sea enviado rápidamente. “Los chicos en las escuelas y poblaciones estarán más seguros con esto”, afirmó.
La ley requeriría averiguaciones de antecedentes más estrictas para los compradores de armas más jóvenes, prohibiría la tenencia por parte de culpables de violencia doméstica y ayudaría a los estados a aprobar leyes de alarma para desarmar a personas consideradas peligrosas. Además, financiaría programas locales para la seguridad escolar, la salud mental y la prevención de la violencia.
El Senado aprobó la iniciativa por 65 votos contra 33. Quince republicanos —una cifra notable para un partido que ha bloqueado los límites sobre la tenencia de armas durante años— se sumaron a los 50 demócratas y sus dos aliados independientes para aprobar el proyecto.
Con todo, menos de un tercio de los senadores republicanos respaldaron la medida. Adicionalmente, dado que los republicanos en la cámara baja previsiblemente se opondrán en bloque, la suerte de futuras medidas parece dudosa cuando es probable que este partido tome el control de la cámara y posiblemente del Senado en las elecciones de noviembre.
“Esta no es una panacea para todas las formas en que la violencia armada afecta a nuestra nación”, dijo el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer. “Pero es un paso en la dirección correcta que debió darse hace tiempo… va a salvar vidas”.
Por su parte, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, en un guiño al derecho constitucional a portar armas que apoyan muchos votantes conservadores, dijo que “el pueblo estadounidense quiere que se protejan sus derechos constitucionales y que sus hijos estén seguros en la escuela”.
“Quieren las dos cosas a la vez, y eso es justo lo que el proyecto de ley que tiene el Senado habrá conseguido”, dijo.
También, la Corte Suprema emitió una decisión que amplía el derecho a portar armas en público. Su fallo anuló una ley de Nueva York que exigía que las personas demostraran la necesidad de portar un arma en público para obtener una licencia.