Cientos de vuelos en todo el mundo habían sido cancelados hasta el mediodía, sumándose al creciente número de vuelos suspendidos durante el ajetreado fin de semana del Día de los Caídos en Guerras en Estados Unidos, que marca el inicio de la temporada de viajes del verano.
Más de 1.300 vuelos fueron cancelados para las 11:30 de la mañana, hora del este de Estados Unidos, según FlightAware, un sitio web de rastreo de vuelos, luego de las más de 2.300 cancelaciones del viernes y otras 1.500 del sábado.
Más de 250 de las cancelaciones del domingo involucraron aviones programados para volar hacia o desde ciudades de Estados Unidos.
Delta Air Lines registró el sábado el número más alto de vuelos cancelados entre las aerolíneas estadounidenses con más de 250, o el 9% de sus operaciones. Otros más de 140 vuelos de Delta habían sido cancelados hasta el mediodía del domingo, según FlightAware.
Las cancelaciones del sábado se debieron al mal tiempo y a las “acciones de control del tráfico aéreo”, explicó Delta, con sede en Atlanta, en un correo electrónico a The Associated Press. Señaló que estuvo tratando de cancelar vuelos al menos 24 horas antes de la semana del fin de semana del Día de los Caídos.
Delta anunció el jueves en su página web que del 1 de julio al 7 de agosto podría reducir su servicio en unas 100 salidas diarias, principalmente en partes de Estados Unidos y Latinoamérica a donde realiza vuelos con frecuencia.
“Más que en cualquier otro momento en nuestra historia, los diversos factores que afectan actualmente nuestra operación —el tiempo y el control del tráfico aéreo, personal de ventas, aumento en las tasas de casos de COVID que han contribuido a ausencias imprevistas más altas de lo considerado en algunos grupos de trabajo— están resultando en una operación inconsecuente con las normas fijadas por Delta en el sector en los últimos años”, afirmó en un mensaje en redes sociales Allison Ausband, responsable del área de Atención al Cliente de Delta.
Las aerolíneas y destinos turísticos anticipan enormes multitudes este verano debido a la disminución de las restricciones de viaje y la fatiga frente a la pandemia, que ha eclipsado los persistentes temores de contraer el COVID-19 durante un viaje.
Muchos especialistas del ramo creen que la cantidad de viajeros igualará o incluso superará los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, las aerolíneas tienen miles de empleados menos que en 2019 y eso, en ocasiones, ha contribuido a las cancelaciones generalizadas de vuelos.
Las personas que están reservando viajes para el verano han experimentado el shock de precios mucho más altos.
Las tarifas de las aerolíneas nacionales para el verano tienen un promedio de más de 400 dólares por viaje de ida y vuelta, un 24% más que en 2019, antes de la pandemia, y un sólido 45% más que hace un año, según la firma de datos de viajes Hopper.