Rusia ha afirmado este jueves haberse hecho con el control del principal puerto de la ciudad de Mariúpol, parcialmente destruido después de varias semanas de combates, tras haberlo “liberado” de las fuerzas ucranianas lideradas por el Batallón Azov, un grupo paramilitar de extrema derecha.
Así lo ha expresado el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, quien ha asegurado que el resto de las tropas ucranianas han sido “bloqueadas y no han podido escapar del cerco”.
Como consecuencia del operativo –en colaboración con las milicias de la autoproclamada república de Donetsk– más de mil de soldados ucranianos, entre ellos 162 oficiales, han depuesto “voluntariamente” las armas, informa la agencias TASS. Por el momento, ninguna fuente oficial ucraniana se ha manifestado al respecto.
Mariúpol, sitiada durante semanas, es de vital importancia para los intereses de Rusia, que pretende no solo cerrar la salida al mar de Ucrania, sino también establecer un corredor entre la región de Donbás y la península de Crimea, ambas bajo el paraguas de Moscú.