Gollum vuelve (y esta vez, manda en el set)

Warner Bros. y New Line Cinema acaban de soltar la bomba: The Lord of the Rings: The Hunt for Gollum aterrizará en los cines el 17 de diciembre de 2027. Sí, la misma fecha en la que probablemente estés recuperándote de tus errores navideños y preguntándote por qué compraste ese suéter feo para tu tía. Pero esta vez, tendrás algo mejor que hacer: ver a Andy Serkis arrastrarse por la pantalla otra vez como el personaje más tóxico (y adictivo) de la Tierra Media.

¿Qué sabemos? Spoiler: no es un documental sobre Tinder

Resulta que esta película no será un spin-off random tipo “Gollum en la playa” o “Gollum aprende a cocinar”. Según Philippa Boyens (la mente detrás de los guiones originales), la trama ocurre entre la fiesta de Bilbo y el desastre en Moria. Básicamente, es ese período en el que todos pensaban que Frodo estaba de vacaciones, pero en realidad andaba metido en un viaje psicológico con un adicto al Anillo. ¿Suena oscuro? Boyens lo describe como “una historia bastante intensa”. Traducción: prepárense para llorar entre memes.

Lo mejor (o lo más random, según cómo lo veas) es que Serkis no solo actúa, sino que también dirige. Imagínate: el mismo hombre que pasó años moviéndose como si tuviera lombrices ahora dando órdenes en el set. ¿Habrá un trailer donde diga “¡Acción, preciosos!”? El internet lo exige.

Y ojo, porque aunque el elenco completo sigue en el aire, hay rumores de que Ian McKellen, Orlando Bloom y Viggo Mortensen podrían aparecer si sus personajes “encajan en la narrativa”. O sea, si los guionistas logran meterlos sin que parezca un cameo forzado estilo “Mira, ¡es Legolas comprando pan!”.

¿Por qué debería importarte?

Simple: es la primera película live-action de la franquicia desde 2014 (El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos). Después de años de series animadas, videojuegos y memes de “They’re taking the hobbits to Isengard”, por fin tendremos algo nuevo para discutir en Reddit. Eso sí, Warner Bros. ya nos avisó que la pospusieron un año (originalmente era para 2026). ¿Razón? Probablemente necesitaban más tiempo para que Serkis perfeccionara su voz de garganta con flema.

Así que ya sabes: marca la fecha en tu calendario, guarda tus memes más nerds y prepárate para el regreso del personaje que nos hizo cuestionar si preferiríamos un anillo o terapia. Porque, seamos honestos, todos tenemos un poco de Gollum dentro de nosotros (especialmente en temporada de rebajas).

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La participación de Taylor Swift en el litigio entre Blake Lively y Justin Baldoni

La cantante y compositora Taylor Swift ha sido formalmente convocada como testigo en el proceso judicial que enfrenta a la actriz Blake Lively con el cineasta Justin Baldoni, según confirmó el medio CNN. Este desarrollo ha generado malestar en el entorno de la artista, quien, pese a su amistad con Lively, no guarda relación directa con el conflicto ni con la producción cinematográfica “Romper el Círculo” (It Ends With Us), origen de las disputas legales.

Deslinde oficial de la artista

Un representante de Swift enfatizó a CNN: “Taylor Swift no participó en ninguna fase de la película: no visitó el set, no intervino en decisiones de casting o creativas, no compuso la banda sonora, ni revisó ediciones preliminares. De hecho, solo vio la cinta semanas después de su estreno, dado su extenso tour mundial entre 2023 y 2024″.

La única vinculación de la cantante con el proyecto fue la licencia de su canción “My Tears Ricochet” para la banda sonora, una práctica común en la industria. “Al igual que otros 19 artistas cuyas obras aparecen en el filme, su contribución se limitó a este aspecto. Esta citación parece buscar aprovechar su fama para desviar la atención de los verdaderos hechos jurídicos”, añadió la fuente.

Contexto del conflicto legal

El litigio se remonta a diciembre, cuando Lively denunció a Baldoni por acoso sexual durante la producción de la película, así como por presuntas campañas de difamación en su contra. La demanda, que ha escalado a un enfrentamiento mediático, involucra alegatos sobre un entorno laboral hostil y decisiones creativas controvertidas.

Analistas legales señalan que la inclusión de Swift como testigo podría responder a estrategias procesales para amplificar la cobertura del caso. Sin embargo, expertos subrayan que, al carecer de información relevante sobre los hechos centrales, su testimonio tendría un impacto limitado en el fondo del asunto.

Implicaciones para la industria

Este episodio reabre el debate sobre el uso de figuras públicas en disputas legales ajenas a su ámbito de acción. “Cuando celebridades son arrastradas a casos donde su participación es marginal, se corre el riesgo de trivializar los procesos judiciales y saturar la atención mediática”, advierte un analista de entretenimiento.

Para Swift, la situación representa otro desafío en su constante exposición pública. La artista, conocida por proteger meticulosamente su imagen y derechos, podría evaluar acciones legales contra lo que su equipo considera una instrumentalización de su nombre.

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El misterio vaticano de Harry Styles

Porque, claro, ¿qué mejor lugar para Harry Styles que la Plaza de San Pedro en plena elección papal? El exintegrante de One Direction, conocido por su amor a los escenarios y los looks imposibles, decidió que su próxima parada turística sería el epicentro de la cristiandad. ¿Motivo? Misterio. ¿Estilo? Impecable, como siempre.

El cantante, de 31 años, intentó (y fracasó) en su misión de camuflaje con una chaqueta azul, gafas de sol y una gorra que rezaba “Techno Is My Boyfriend”. Porque nada grita “discreción” como una declaración de amor a un género musical en tu cabeza. Un fan lo reconoció al instante, porque, seamos honestos, ¿quién más lleva esa combinación de moda y absurdo en pleno Vaticano?

El momento épico que nadie esperaba

“Mientras veía el anuncio del Papa, Harry Styles pasó a mi lado y nuestras miradas se cruzaron”, escribió la afortunada (¿o traumatizada?) testigo en X. Porque, ¿qué es más surrealista? ¿Ver al nuevo papa o encontrarte con el hombre que cantó Watermelon Sugar entre cardenales y fieles?

Styles, quien ha mantenido un perfil bajo desde su gira “Love on Tour”, parece haberse especializado en apariciones aleatorias. En marzo corrió un maratón en Tokio (porque, ¿por qué no?) y fue visto en Londres usando jeans y mocasines en un club de runners. Claramente, el hombre vive en un universo paralelo donde la lógica es opcional.

¿Qué hace un pop star en el Vaticano? Quizás buscaba inspiración para su próximo álbum: Holy Watermelon Sugar. O tal vez solo quería ver si el papa también canta Sign of the Times en la ducha. Lo único seguro es que, mientras el mundo debatía sobre el futuro de la Iglesia, internet se preguntaba: “¿Harry Styles es ahora un símbolo religioso?”.

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