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CIUDAD DE MÉXICO.- Aaron Rodgers sueña con otro anillo de Super Bowl y, para conseguirlo decidió bajarse el sueldo. El quarterback aceptó una rebaja salarial. De tener 110 millones de dólares garantizados para los próximos dos años, el veterano que cumplirá 40 años en diciembre firmó un nuevo acuerdo para reducirlo a 75 millones de billetes verdes.
Rodgers, quien fue la estrella de los Packers (donde logró coronarse en la temporada 2010), quiere ahora ser campeón con los Jets de Nueva York, y por eso buscó el camino de otras estrellas del deporte a las que sí les funcionó la rebaja de cartera.
Con esta decisión de campo, el mariscal de campo ayuda a los Jets con el tope salarial, con lo que podrían sumar más jugadores importantes. El jugador tendrá un salario base de 1 millón 838 mil dólares en 2023 y en 2024 este se elevará a 38 millones 161 mil dólares.
Aaron quiere darle a los Jets un título, algo que solo han logrado una vez, en 1969 con el legendario Joe Namath.
La estrategia de reducir un sueldo para sanear las finanzas de una franquicia no es cosa nueva.
En febrero de 2013, Tom Brady aceptó una reducción salarial para que los Patriots pudieran reforzarse en otras áreas. Firmó una extensión que lo ligaba hasta la campaña 2017 y logró dos anillos en ese lapso, en las campañas 2014 y 2016.
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