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MADRID, ESP.- Los ex directivos del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, además del ex presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, y su hijo fueron imputados por el delito de cohecho. El equipo blaugrana admitió que pagó 7.5 millones de euros a Negreira, por concepto de asesorías, a lo largo de 18 años, y esto fue considerado como un delito.
El juez Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 estimó que hay elementos para acusar a los directivos por sobornar al ex integrante de la Comisión de Arbitraje. La Guardia Civil registró la sede del CTA para buscar documentación que les permita probar que el Barca se vio favorecido por Negreira.
El magistrado consideró que Negreira ejercía funciones públicas y al calificarlo como persona jurídico-pública, se buscará comprobar si hubo sobornos para favorecer al cuadro blaugrana. A pesar de que el equipo y la Real Federación Española, organismo que rige al arbitraje, sean entidades privadas, a Negreira se le tipificó como persona pública.
Según el Juez, el soborno se consumó por los pagos realizados a Negreira, los que fueron considerados como “una forma novedosa de posible retribución ilegítima”, ya que en el CTA el acusado controlaba el sistema de calificación de los árbitros.
Hasta el momento no se ha comprobado que se haya pagado a algún árbitro para favorecer al Barcelona.
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