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CIUDAD DE MÉXICO.- El mundo del golf se paraliza este fin de semana con la disputa del US Open, mismo torneo que hace un año fue azotado por la “tormenta” en este deporte.
El tercer Major de la temporada vuelve a estar en medio del caos y la incertidumbre, tal como le sucedió en 2022, toda vez que se disputó una semana después de que celebrara su primer torneo la LIV Golf Series, la gira rival del PGA Tour.
Hoy se pone en marcha de nuevo, luego de confirmarse la fusión de PGA y el DP World Tour con el controvertido circuito auspiciado por Arabia Saudita, algo que ha aplacado poco la tensión en el campo de Los Angeles Country Club, sede de la edición 123 del evento.
“Hay muchas preguntas sin respuesta, es difícil cuando es una semana antes del Major”, confesó el español Jon Rahm sobre la situación.
La buena noticia es para México, que contará con tres representantes: Abraham Ancer, Carlos Ortiz y el amateur Omar Morales, estos dos últimos lograron su boleto tras ganar sus clasificatorios.
“No me importa cómo se llame el tour, yo lo que quiero es jugar contra los mejores y esta noticia es emocionante”, dijo Ancer.
El domingo se conocerá el nombre del campeón del US Open, torneo que esta semana luce como un pequeño pedazo de tierra firme en medio del turbulento mar en el que ha navegado el golf en los últimos meses.
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