Ciudad de México
Ben Roethlisberger estuvo cerca de iniciar su carrera como un gigante, pero finalmente se retiró como leyenda.
El “Big Ben” confirmó ayer su retiro del futbol americano profesional, luego de 18 temporadas y dos títulos del Super Bowl con los Acereros de Pittsburgh, donde se convirtió en un jugador histórico, gracias a un berrinche de un joven Eli Manning.
En el Draft de la temporada 2004, Manning se perfilaba para ser elegido en el primer lugar por los Cargadores, en aquel entonces de San Diego, pero el hermano menor de Peyton dejó claro que no tenía intenciones de llegar a esa franquicia.
Sin importar las declaraciones de Eli, los Chargers lo eligieron en el lugar de privilegio, pero Manning ni siquiera quiso ponerse la gorra de la organización.
El resto de las franquicias se pusieron las pilas y buscaron alguna opción para intercambiar a Eli, quien vio con buenos ojos aterrizar en los Gigantes de Nueva York, que originalmente iban a elegir al QB de la Universidad de Miami, Ben Roethlisberger.
Los Giants seleccionaron sorpresivamente a Philip Rivers, quien entró en un canje (junto con tres selecciones de Draft), para que Manning terminara en East Rutherford y Rivers en San Diego.
Despreciado por los Gigantes, Roethlisberger esperó hasta el pick 11, donde Pittsburgh no dudó en contratarlo, sin saber que habían firmado al brillante futuro de la organización.
De hecho, “Big Ben” pudo haber tardado aún más en comenzar su camino profesional, pero una lesión de Tommy Maddox, QB titular de los Steelers, le permitió a Roethlisberger debutar el 19 de septiembre de 2004, un puesto que nunca más soltó.
Con trabajo, dedicación y una pizca de fortuna, Roethlisberger se hizo de un nombre en Pittsburgh y ayer puso punto final a una carrera que, a la vez, significa el siguiente paso rumbo a su inminente inclusión en el Salón de la Fama.