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CIUDAD DE MÉXICO.- En el Gran Premio de la Emilia-Romaña, la escudería Red Bull tiene como principal objetivo volver al primer lugar del podio. Aunque el RB20 es el monoplaza más rápido de la parrilla, Ferrari y McLaren se las han ingeniado para arrebatarle dos victorias, en Australia y Miami, respectivamente.
Para dar la sorpresa, los italianos y los británicos se apoyaron en las actualizaciones que introdujeron en sus autos y sacaron ventaja de los inconvenientes de los actuales campeones. Los austriacos usarán otra de sus cartas fuertes en Imola al presentar mejoras, las cuales prometen más velocidad y rendimiento en cualquier circunstancia.
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“El equipo en Milton Keynes y en la pista han estado trabajando muy duro y he vuelto a la fábrica esta semana trabajando en la simulación. También es agradable volver a competir en Europa, así que estamos deseando ver lo que nos depara el fin de semana”, comentó Max Verstappen, quien tiene dos triunfos en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari en 2021 y 2022.
Del lado del garage de Sergio Pérez hay un poco más de preocupación, pues tiene que mostrarse competitivo desde la sesión de calificación porque corre el riesgo de perder el subliderato si Charles Leclerc lo supera con el renovado Cavallino Rampante.
“Esta ubicación puede presentar condiciones desafiantes en cuanto al clima, eso siempre complica las cosas, puede limitar nuestro tiempo en la pista durante los entrenamientos y afectará enormemente la clasificación”, afirmó ‘Checo’.
“Esperemos que tengamos un fin de semana seco, el pronóstico parece prometedor en este momento para el viernes (mañana) y el sábado, y ser sólido durante esos días debería colocarnos en una excelente posición para el domingo”, añadió el mexicano.
Hasta ahora, el mejor resultado del mexicano en Imola es un segundo puesto en 2022.
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