La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha iniciado trabajos arqueológicos y de conservación en el sitio Moral-Reforma, en Balancán, Tabasco, mediante la implementación del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), el cual fortalece 21 de estos espacios que incrementarán su afluencia con la puesta en marcha del Tren Maya.
Este importante asentamiento, el cual mantuvo lazos con Calakmul y Palenque, durante la segunda mitad del siglo VII, forma parte del circuito de sitios arqueológicos considerados en el Tramo 1, que correrá de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche, cuya estación próxima a este destino turístico —en el que coincide el asentamiento prehispánico y la Reserva Ecológica Cascadas de Reforma— será El Triunfo, que conectará a Tabasco con Campeche.
El director del Centro INAH Tabasco, Carlos Arturo Giordano Sánchez Verín, detalló que, con un recurso inicial de 17 millones de pesos, previsto en el presupuesto del Promeza, se efectuará la consolidación de siete estructuras que se distribuyen en la zona nuclear de Moral-Reforma, desde un par de montículos a dos edificaciones tipo palacio de aproximadamente 100 metros por lado, conjuntos arquitectónicos compuestos por patios hundidos, corredores y habitáculos, comparables en complejidad a El Palacio de Palenque, aunque guardan mayores semejanzas con el estilo del Petén.
La puesta en valor de estas edificaciones se realizará en dos etapas, la primera comenzó el pasado 2 mayo y se interrumpirá en septiembre –en virtud de la temporada de lluvias en la zona–; la segunda se ejecutará en 2023, cuando se retomen las actividades. De esta manera, Moral-Reforma aumentará su circuito de visita, considerando que en la actualidad solo son cinco las estructuras que el público puede apreciar en su recorrido.
Giordano Sánchez mencionó que, mediante recursos de otra partida, el INAH gestiona la adquisición de 43 hectáreas de un rancho y cuatro parcelas ejidales, terrenos sobre los que se desplantan las construcciones prehispánicas que están siendo estabilizadas. La certeza jurídica sobre la propiedad permitirá, en un mediano plazo, constituir una poligonal de protección de la zona arqueológica, de aproximadamente 80 hectáreas.
Durante mayo y junio de 2022, un amplio equipo de arqueólogos y conservadores, asistido por más de 50 personas de comunidades cercanas –personal que aumentará al doble en las siguientes semanas—, se ha dedicado a la consolidación de la Estructura 16, proceso que concluirá en un mes.
Bajo la coordinación del arqueólogo Francisco Apolinar Cuevas Reyes, las labores a realizar en este año continuarán en un par de altares (montículos 15 y 15A), y en el Edificio 18, colindante con la estructura más grande del sitio; además del inicio de trabajos en otra edificación tipo palacio, la cual abarca una hectárea.
El director del Centro INAH Tabasco precisó que, para 2023, se retomará la estabilización del palacio y del Edificio 6, además de una plataforma (Edificio 7) y la Estructura 8, esta última también un palacio de dimensiones y estructura similares al primero.
De acuerdo con Carlos Arturo Giordano, dentro del Promeza, el proyecto en Moral-Reforma (zona que debe su nombre a la abundancia de árboles de moral y a su ubicación en el Ejido Reforma-Provincia) también contempla el trazo de senderos y la instalación de señalética, la construcción de la unidad de servicios, un museo de sitio y otras áreas de trabajo, como un campamento de investigación, bodegas y laboratorios.
La finalidad, dijo, es poner en valor un sitio de gran importancia que, si bien ha sido motivo de investigación y excavaciones arqueológicas desde inicios de la década de 1990, aún tiene mucho por revelar de su historia, la cual se desarrolló del año 300 a.C., al 1000 d.C., evolucionando de un asentamiento aldeano a un centro que controló el tráfico sobre el cauce del río San Pedro Mártir, mediante el cual establecía la comunicación y el intercambio de bienes entre los pueblos mayas del Petén guatemalteco y aquellos asentados en las costas del Golfo de México.
El sitio se caracterizó por un vigoroso desarrollo del arte clásico maya, documentado en inscripciones jeroglíficas y arquitectura monumental. A partir de los textos epigráficos inscritos en estelas ha sido posible conocer parcialmente su historia dinástica, incluidas sus alianzas políticas con los señoríos de Calakmul y Palenque, hacia 662 y 690 d.C., respectivamente, para devenir –hacia el 750 d.C.– en cabecera de una pequeña provincia independiente, en la región de San Pedro Mártir.
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