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CIUDAD DE MÉXICO.-El 19 de septiembre es un día que ha dejado una huella importante en México, con una diferencia de 32 años la capital del país vivió una de sus peores tragedias, dos sismos de grandes magnitudes que más allá de dejar daños materiales, le arrebataron la vida a miles de personas.
Un sismo de más de 8 grados de magnitud registrado la mañana del 19 de septiembre de 1985 cambió por completo la vida de los mexicanos, no solo por los cuantiosos daños, por las cientos de vidas que se perdieron entre los escombros, sino también por la solidaridad que salió a flote.
Aunque han pasado ya 37 años de esa fatídica tragedia, para muchos mexicanos el amargo recuerdo perdura.
Creo que con eso se vive, se vive con el miedo
Tal y como lo narró María Guadalupe Hernández Espinosa, quien compartió a POSTA cómo vivió esa mañana, donde el miedo y la incertidumbre se hicieron presentes.
Al ser una zona sísmica, los sismos eran algo común, pero algo sin precedentes, el rostro de la tragedia empezó a plasmarse minutos después del temblor.
Pese a que han pasado los años, para María Guadalupe el miedo de ese día sigue presente.
“Creo que con eso se vive, se vive con el miedo, con la alerta de que tienes que salir, porque ya han sido varios temblores y no sabes si la casa se te va a caer encima o no”, mencionó.
“Yo solo estaba esperando a que se cayera la casa”
Ese 19 de septiembre de 1985, para Josefina del Carmen Dehesa es algo indescriptible y doloroso de recordar…
“No te muevas, aquí quédate, fue lo que me dijo mi hijo, quien salió a ver a su hermana y después a ver su papá”
“Alzó la cortina, ¿está usted bien?, si estoy bien, se sintió feo el temblor, yo solo estaba esperando a que se cayera la casa y empezó en la televisión que por Pino Suárez se cayeron todos los edificios, toda gente que quiso ayudar ayudó”, puntualizó.
Aunque solo eran conocidos o vecinos, el saber que fallecieron bajó los escombros y la gran cantidad de personas que eran encontradas sin vida, es algo que pega directamente y hoy en día se recuerda con dolor.
“Estuvo tan feo que hubo una señora que era costurera, que se accidentó y la llevaron al hospital y estuvo su hija preguntando en los hospitales y donde sea, pero no la encontraban porque le pusieron otro nombre y hasta que la encontraron y si era su mamá”, comentó.
La ayuda fue para todos
Este sismo representa dolor, pero también es un símbolo de solidaridad, donde sin importar nada todos se sumaron para adelante y apoyar y así lo narró Eloy León Hernández, quien ya a sus 70 años recuerda así hoy este día.
“Fui a cerrar las llaves, se calmó todo y es cuando se empezaron a escuchar las ambulancias, servicios médicos, que salían a las calles y todo el movimiento que se vivió en ese momento, los autobuses salieron de forma a gratuita, las líneas gratuitas, la ayuda fue para todos”, dijo.
Terremoto del 85, una huella imborrable de la memoria
Fue exactamente a las 7:19 horas del 19 de septiembre de 1985, cuando se registró un sismo en la capital del país, donde pasados los minutos se informaba que fue de 8.1 grados en la escala de Richter.
Tan solo bastaron cuatro minutos para que el rostro de México cambiará, el movimiento de la tierra devastó toda la zona centro de la ciudad, provocó daños severos, la muerte de personas y a la fecha es algo que a muchos les duele.
Sobre todo, porque exactamente el mismo día, pero 32 años después la tragedia se repitió con un sismo similar.
Terremoto de 2017, volvió a sentarse la tragedia
Sobre todo, porque exactamente el mismo día, pero 32 años después la tragedia se repitió con un sismo similar.
Por la mañana recordaban a las víctimas y se salía a las calles para formar parte del mega simulacro, actividad que vino a darse tras los hechos trágicos del 85, nadie se imaginaría que volverían a repetir esta historia.
El 19 de septiembre de 2017 a las 13:14:40, hora local, la tierra volvió a moverse.
Este sismo fue de 7.1 grados en la escala de Richter, que aunque fue menor en magnitud, dejó en evidencia que muchos edificios siguen siendo mal construidos y aquellos que sobrevivieron al 85, no soportaron y colapsaron.
De nuevo la solidaridad se hizo presente, sin importar nada, todos los que estaban alrededor se sumaron para con sus propias manos sacar a los sobrevivientes y víctimas.
