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Este recubrimiento cumple ambas funciones, la de enfriar o calentar un edificio entero, y encima sin utilizar energía contaminante.
A medida que las temperaturas suben en verano los hogares ponen en marcha sus sistemas de aire acondicionado, pero cuando llegan las temperaturas frías, es momento de poner la calefacción.
Esto es un proceso, el de calentar y enfriar los hogares, que consume muchísima energía, además de ser muy caro, y encima es un proceso poco comprometido con el medio ambiente, dado que utiliza combustibles fósiles.
Por suerte, un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Harbin en China, han creado un nuevo revestimiento que cambia de color y que puede funcionar tanto en invierno como en verano para los edificios.
Inspirándose en el camaleón Namaqua del suroeste de África, que es capaz de cambiar de color para regular su temperatura corporal a medida que cambian las condiciones meteorológicas, este equipo de investigadores ha creado un recubrimiento que puede funcionar en varias circunstancias.
Para hacer este recubrimiento, mezclaron micro cápsulas de material termocrómico, también aglutinantes especializados y micropartículas en una suspensión que se rociaba o se podía aplicar con brocha sobre una superficie metálica.
Luego dejaron el metal pintado que se expusiera a la luz del sol, y cuando la temperatura aumentó a 20 °C, comenzó a cambiar de gris oscuro a gris claro.
Después, cuando la temperatura alcanzó los 30 °C, la capa de color claro comenzó a reflejar el 93 % de la radiación solar.
Lograron incluso aumentar la temperatura del metal hasta casi 80 °C, pero el material no mostró signos de daño.
Después compararon este recubrimiento con métodos de enfriamiento convencionales, pinturas y azulejos especializados, en pruebas al aire libre en edificios en miniatura del tamaño de una caseta de perro durante las cuatro estaciones.
El revestimiento permaneció más cálido en invierno que el enfriamiento radiativo pasivo; en verano, la capa era más fría que las baldosas y la pintura blanca.
Luego en la primavera y el otoño, el revestimiento se adaptó a las condiciones cambiantes y pasó de calentar a enfriar durante el día.
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