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Un cambio sutil en nuestra información genética nos llevó a evolucionar como especie hasta llegar a ser los seres inteligentes que somos, a desarrollar la tecnología que tenemos. Todo se ha debido a que hemos desarrollado una cantidad mayor de neuronas, en comparación a nuestros antepasados y a otros mamíferos.
La mayoría de los humanos estamos orgullosos de nuestras capacidades cognitivas, las cuales nos permiten razonar, comunicarnos, generar expresiones artísticas y realizar todas nuestras actividades cotidianas.
Algo que compartimos es la curiosidad de entender cómo hemos sido capaces de diferenciarnos de otras especies, hablamos de nuestros antepasados.
En este afán, científicos y neurocientíficos han creado nuevos métodos para llegar a este descubrimiento.
Neandertales vs humanos actuales
A pesar de que tenemos un cerebro cuyo tamaño y dimensiones son muy similares a lo que tenían los Neandertales, los que se consideramos parientes cercanos, el desarrollo de nuestras neuronas (neurogénesis) es totalmente distinto. Además, nuestra estructura cerebral difiere bastante.
En el año 2016, investigadores del Instituto Max Planck de Biología Celular y Molecular, reportaron el hallazgo de una mutación en el gen ARHGAP11B, que solo fue encontrado en seres humanos y Neandertales. Esta mutación benefició a ambas especies, porque les permitió generar más neuronas, esto impulsó a un mejor desarrollo del neocórtex.
El neocórtex o neocorteza es una región de nuestro cerebro, que se considera que es la más desarrollada. Es la encargada de que tengamos razonamiento, el sentido de consciencia y desarrollemos el razonamiento.
Las diferencias no terminan aquí, para permitir una mayor adaptación y evolución de nuestra especie, tuvo que haber otro motivo más, algo que nos permitió sobrevivir.
Descubrimiento revolucionario
Recientemente y en continuidad a los estudios realizados previamente, los científicos de Instituto Max Planck de Biología Celular y Molecular encontraron el gen que explica como nuestro genoma pudo generar más neuronas: el gen TKTL1. Este gen de manera directa hace que haya un aumento de producción de glía radial basal.
Este gen se encarga de codificar una proteína llamada transcetolasa humana moderna 1 (TKTL1) y es diferente de la TKTL1 que tenían los neandertales únicamente por una sustitución (cambio) de aminoácidos lisina a arginina. Este cambio sutil es lo que nos llevó a evolucionar más nuestro neocórtex y a producir más neuronas.
¿Cómo lo hicieron?
Los científicos utilizaron dos modelos biológicos: ratones y hurones modificados genéticamente.
Hicieron grupos en los que algunos ratones y hurones modificados (también llamados especies knockout), tuvieran el gen TKTL1 humano (hTKTL1) y los otros grupos el gen TKTL1 perteneciente a los Neandertales. La diferencia en la producción de neuronas fue muy significativo.
Así fue como comprobaron su hipótesis, demostraron que un cambio tan pequeño fue capaz de producir más neuronas y más pliegues cerebrales. Estas modificaciones aumentaron nuestras capacidades cognitivas durante nuestra evolución como especie.
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