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“Los mexicanos no merecemos un debate lleno de calumnias”
Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, tercer debate presidencial
El pasado domingo se efectuó el tercer y último debate presidencial, el cual, como los otros dos, realmente no presentó nada nuevo. Esta era la última oportunidad de la señora X para tratar de sorprender al electorado y ganar algunos puntos que verdaderamente la metieran a la contienda, pero de nueva cuenta volvió a patinar.
Quizás lo único relevante de ese día -ciertamente que el debate no lo fue- sería el mitin multitudinario que el prianismo efectuó esa misma mañana en donde los colores azul, tricolor y amarillo de los partidos que responden al oligarca Claudio X. Gonzalez se mezclaron para dar un tono rosa deslavado que, ahora si, ya sin máscaras, solo vino a confirmar lo que todo el mundo ya sabía, nunca hubo tal movilización ciudadana, siempre fueron ellos.
La otrora marea rosa, que se supone nació para “evitar” que manos perversas fueran a “tocar” al INE, esta vez, y ya sin ningún rubor hasta al INE toquetearon: “¡Señora Taddei, la ley si es la ley! Gritaron alegremente los de la auto coloreada fuerza rosa siguiendo la pauta del perredista Guadalupe Acosta Naranjo quien considera que el INE de Guadalupe Taddei, la actual consejera presidenta, no es lo suficientemente rosa y por tanto, este si se puede tocar.
Los asistentes a la numerosa marcha, -hay que decirlo-, ya libres del disfraz “ciudadano” manifestaron de manera entusiasta su apoyo a los candidatos del PRIAN, principalmente de Taboada, quien demuestra tener buen músculo, y que por tanto se puede prever que va dar buena pelea por la jefatura de gobierno de la CDMX.
Aunque no se ve que el apoyo a Taboada vaya de la mano con el de la señora X, quien cada vez esta mas cerca, pero del tercer lugar. Al menos, por esta ocasión, la señora X si se aplicó y presentó un discurso con cierto nivel presidencial, mas o menos bien planteado y sin problemas con el teleprompter. Lastima que la campaña este prácticamente finalizada.
Pero volviendo al tema del debate, en general el desarrollo fue similar a los dos anteriores. La doctora Claudia Sheinbaum Pardo se dedicó a presentar sus propuestas de gobierno, mismas que ha venido manejando a lo largo de la campaña, por lo que no hubo sorpresas de su parte.
La señora X, pocas propuestas y mucho ataque a la doctora Shainbaum, igualita que en los otros dos debates. Aquí la pregunta que me hago es, ¿si esa estrategia no le funcionó en los otros dos eventos, porque pensó ella y sus asesores que esta vez si iba a funcionar? Posiblemente la respuesta esta en la pobreza que manifiesta en dos grandes aspectos: la de propuestas, y la de intelecto. La verdad solo la saben ellos.
Finalmente, Jorge Alvarez, quien prefiere ser llamado Maynez, – ¿complejo de Edipo? – trató de entrar al pleito sin lograrlo del todo, al menos no logró llamar la atención de la doctora Sheinbaum, quien se mantuvo siempre en su línea de no caer en las provocaciones, y menos que quien ocupa el tercer lugar en las encuestas. No así la señora X quien, como buena camorrera, se engancha con relativa facilidad.
Pasados ya los tres debates, y con la doctora Sheinbaum punteando la contienda de manera sólida, podemos hacer un pre-balance de lo que presumiblemente se espera de estos comicios, los cuales, a pesar de ser los más grandes de la historia, posiblemente también se lleven el título de ser los más aburridos y predecibles.
Por parte del oficialismo, y como ha sido el eje de la campaña, podemos esperar un simple segundo piso de la 4T en cuanto a política social y de infraestructura, no así en su política energética, de salud y educativa donde creo que habrá un mayor énfasis que en el actual régimen. Pero donde sigo teniendo mis dudas es en materia de seguridad, ¿se logrará finalmente la pacificación del país? Espero que sí.
La única duda que tengo sobre la elección es ¿le alcanzará a Claudia para tener mayoría absoluta en el Congreso? De no ser así, ¿estará el PRIAN a la altura de los retos que se avecinan? Para ambas preguntas me temo que la respuesta es no. Por otra parte, creo que la bisagra va a estar en MC, y, a decir verdad, no me desagradan algunas de sus propuestas.
En esas propuestas hay varias que caen muy bien en el campo de la socialdemocracia, como la de la legalización de las drogas blandas, o la semana de 40 horas. Inclusive, simpatizo con su postura respecto a los diputados plurinominales. El problema de MC no son sus propuestas, sino sus candidatos que son todo menos socialdemócratas. Ya veremos cómo se comportan en el futuro.
Para los que sí puedo prever un futuro poco halagüeño es para la alianza armada por el oligarca Claudio X. González, ¿Resistirán la contundencia de otra derrota? Creo que no, aunque eso no importa, porque sus lideres ya lograron su objetivo: seguir chupando de la ubre del presupuesto por al menos otros tres años más.
¿Cómo reaccionaran los panistas de a pie? ¿serán capaces de reformular su relación con la sociedad mexicana? ¿Serán capaces de retornar a los valores de Gómez Morin? ¿Recuperaran la mística que todavía en los ochentas los animaba? La respuesta a esas y otras preguntas determinarán el futuro de la organización de derecha más representativa y antigua de nuestro país.
Por el lado del PRI no se le ve mucho; los priistas de a pie, los que hacían política a ras de suelo hace ya rato que se pasaron a Morena, solo quedan los que viven o quieren vivir de algún puesto público. Esos van a morir pronto por inanición como se están muriendo los del PRD. En fin.
Durante este tercer debate, la señora X no dirigía su mirada hacia la cámara más que ocasionalmente. Su mirada, cuando no estaba dirigida de manera lastimosa hacia la doctora Sheinbaum, se dirigía hacia abajo y a su izquierda hacia un punto indefinido. ¿Qué miraba la señora X? ciertamente que no el futuro optimista que su voz verbalizaba, pero que su mirada desencajada contradecía. Es la mirada de la derrota.
Es cuánto.