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Las recientes lluvias en Ciudad Juárez han causado inundaciones extremas, dejando vialidades intransitables, conductores varados y vehículos arrastrados por la corriente.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – La tormenta que azotó Ciudad Juárez la tarde de ayer dejó un rastro de destrucción y caos, convirtiendo varias vialidades en auténticos ríos y dejando a decenas de conductores atrapados en sus vehículos. El fenómeno climático ha expuesto la falta de infraestructuras adecuadas para hacer frente a situaciones de emergencia en la ciudad.
En el viaducto Gustavo Díaz Ordaz, las corrientes de agua han sido lo suficientemente fuertes como para arrastrar vehículos particulares. Este acontecimiento plantea serias preguntas sobre la seguridad y preparación ante fenómenos naturales en infraestructuras viales clave de la ciudad.
Mientras tanto, en el perimetral Carlos Amaya, en su ruta hacia el Eje Vial Juan Gabriel, la situación se volvió tan crítica que el área se transformó literalmente en un río. Este escenario complica aún más las operaciones de rescate y pone en peligro a los residentes cercanos.
Además de estas dos vialidades, otras áreas como el Paseo de la Victoria, Oscar Flores y la zona norte de la ciudad también han experimentado inundaciones significativas. La acumulación de agua ha interrumpido las actividades diarias y ha planteado preocupaciones sobre el impacto económico y social a largo plazo.
Las autoridades locales están trabajando arduamente para mitigar los efectos de la tormenta, pero los eventos han resaltado la necesidad de medidas preventivas más robustas. La planificación urbana, la actualización de infraestructuras y una respuesta de emergencia más eficaz son vitales para prevenir futuros desastres.
Este evento climático sirve como un recordatorio crítico de que el cambio climático está teniendo un impacto cada vez más tangible en nuestras vidas. Ciudad Juárez, como muchas otras ciudades, debe prepararse para enfrentar desafíos ambientales cada vez más severos en el futuro.
