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Las luchas de los trabajadores han sido fundamentales para lograr las conquistas laborales de la segunda mitad del siglo pasado. Inclusive las huelgas de Cananea y Río Blanco de 1906 y 1907, respectivamente, contribuyeron al inicio de la Revolución Mexicana. La Constitución de 1917, plasma los derechos sociales por los que miles de mexicanos dieron su vida. La jornada de 8 horas es un logro, establecido en el articulo 123 y otras prestaciones. Estos logros se respetaron durante casi todo el siglo pasado, hasta que se implementaron las políticas definidas en el Neoliberalismo, dictadas por los organismos financieros internacionales, que indicaban que era necesario adelgazar al Estado, dando paso a las privatizaciones de los derechos. Y entre estas políticas, la pauperización de derechos laborales de las y los trabajadores, disminuyendo con el tiempo el salario mínimo, así como escatimar el derecho a una pensión digna, en el último trayecto de vida del trabajador. Este cambio estructural sucedió en México entre 1983 y 2018. En 35 años, la constitución mexicana, sufrió los cambios que se tradujeron en grandes retrocesos para la clase trabajadora, como el congelamiento salarial, la subcontratación en el pago por hora sin prestaciones, el incremento en la edad de jubilación y la privatización del manejo de las pensiones de los trabajadores, las Afores,
Sin embargo, en 2018, una política laboral distinta se genera al inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la cual ha buscado el beneficio de la clase trabajadora. Durante el sexenio de la 4T, el aumento inédito del salario mínimo del 110%, has sido una realidad, logrando los aumentos con el consenso y participación de los sectores obrero y patronal. El promedio del salario de los trabajadores inscritos en el IMSS es de 17 mil pesos, lo cual ha significado un incremento del 25%, en términos reales. Los trabajadores de la educación también han recibido un aumento en sus salarios, equivalente al promedio de los salarios de los trabajadores inscritos en el IMSS. Por otro lado, el índice de desempleo en México es de los mas bajos del mundo, con un 2.3%. Además, el reparto de utilidades ha sido histórico; en 2020 se percibieron 88 mil millones; en 2021, 183 mil millones y en 2022, se percibieron 214 mil millones. También en este sexenio, se obtuvo la cancelación de la subcontratación, o lo que se llana “outsourcing”. Y se camina hacia la democracia sindical, logrando el voto secreto en la elección de los dirigentes sindicales.
El reciente logro, es el decreto que va a permitir el funcionamiento del fondo de pensiones para el bienestar, cuyo propósito principal es continuar avanzando en las reformas que se llevaron a cabo en 2020. Que consistieron en el aumento voluntario de las cuotas de los empresarios y reducción de edad; así como la disminución de las comisiones en el manejo de las Afores. Recordemos que las comisiones de las Afores que se cobraban en México hasta el 2020, eran de las más altas del mundo.
Básicamente la reforma consiste en que los trabajadores en general podrán jubilarse con el 100% de su último salario. Para esto se crea un fideicomiso que se alimentara de distintas fuentes. Una, es la parte es lo que tienen que entregar las Afores (Bancos), consistente en los recursos que no han sido demandados por los trabajadores. Situación que ya se encontraba en la ley antes de la reforma, pero que los banqueros no han han acatado desde la creación de las Afores. De hecho, los banqueros solo han regresado 1000 millones, de un total de 40 mil millones. La idea es que estos fondos, ahora serán manejados por el Banco de México. Recordemos que las reformas de Zedillo y Calderón, que se hicieron en 1997 y en 2007, establecían que un trabajador iba a jubilarse con el 25% o con el 30% de su salario.
El propósito es que ese 40% restante se aporte al fondo del fideicomiso. Otras fuentes de fondeo se harían a través de otros recursos del gobierno; por ejemplo, todo lo que se obtiene por decomisos que recibe el Instituto para devolverle al pueblo lo robado, el 25% se pasara al fondo de pensiones para el Bienestar, entre otras fuentes. Se espera que a principios de julio empiece a aplicarse en beneficio de trabajadores.
Estas reformas, han estado encaminadas a devolverle a las y los trabajadores de México justicia y dignidad, perdidas durante la ignominia del periodo neoliberal.
Con el pueblo todos, sin el pueblo nada.