La precandidata presidencial, Xóchitl Gálvez, hizo un llamado a Estados Unidos y a “las fuerzas democráticas de todo el mundo” para que actúen como observadores en las elecciones mexicanas del 2 de junio de 2024. Gálvez argumenta que la defensa de la joven democracia mexicana debe ser parte integral de la agenda bilateral, especialmente considerando que, según sus palabras, “la mayor amenaza a la soberanía y la gobernabilidad de México es el poderío e influencia del crimen organizado”.
Durante su intervención en el Wilson Center en Nueva York, Gálvez advirtió sobre la creciente infiltración del crimen organizado en las esferas comerciales mexicanas. Ejemplificó el impacto directo en la vida cotidiana, señalando que incluso productos tan comunes como el guacamole podrían estar vinculados a la extorsión de delincuentes en Michoacán.
La aspirante presidencial propuso cuatro puntos clave: una visión de Estado compartida para abordar problemas como la migración y el fentanilo, reconstrucción de la capacidad institucional mexicana, una voluntad genuina de reconstruir la confianza bilateral y la necesidad de pensar de manera innovadora para abordar los problemas compartidos.
Gálvez resaltó las limitaciones impuestas por la ley electoral mexicana para hacer propuestas concretas, pero destacó las sugerencias que ha recibido de expertos y ciudadanos en ambas partes de la frontera. Entre estas ideas se encuentran la creación de una Agencia de Aduanas para América del Norte, con personal binacional certificado, para abordar la importación de precursores de fentanilo y detener el contrabando de armas de fuego. Además, se mencionó la propuesta de establecer una Agencia Norteamericana contra Emergencias Climáticas, impulsada por jóvenes ambientalistas, en la lucha contra el cambio climático y la protección de los bosques.